La presencia de crack en las calles de Río y otras grandes ciudades será un factor de reducción de la criminalidad en un plazo de tres a cinco años.
El motivo es triste y simple: quien empieza a tomar crack difícilmente lo deja, y quien no lo deja muere.
La droga puede llegar a la clase media, pero en pocos meses el adicto cambia de clase, ya que, a diferencia de la cocaína y la marihuana, el crack incapacita a la persona para cualquier otra cosa que no sea tomar crack.
2 comments:
É uma tristeza isso.
É... :(
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