Ninguna persona es ilegal

1. España

El País, 11 de septiembre de 2006. El (estúpido) secretario de organización del PSOE, partido socialista (!) actualmente en el poder, señala, previamente a la adopción de nuevas medidas contra la inmigración, que "El mercado laboral no puede absorber más 'sin papeles'".

El País, día siguiente. Páginas interiores: "Empresarios, sindicatos y ONG afirman que sí hay trabajo para más inmigrantes".


2. Catalunya

Los nacionalistas conservadores llevan años alertando del peligro de que Catalunya "se desnaturalice" por culpa de los inmigrantes.

¿Desnaturalizar? (Sí, amigos: los catalanes pertenecemos al reino de la naturaleza, como el león.)


3. Europa

El País, 12 de septiembre de 2006. "Zapatero y Merkel pedirán que la UE pague el control de fronteras".

¿Y por qué no, en lugar de invertir en el cierre de fronteras a personas, invierten en abrirlas a productos de países emergentes? ¡Así nos llegarían plátanos, en lugar de extranjeros indeseables!


4. Inmigrantes

Ana Torres, inmigrante argentina, hizo un muy buen documental, Si nos dejan, sobre la situación de los inmigrantes sin papeles que viven en Barcelona. Viéndolo, nadie debería seguir aceptando los discursos de nuestros políticos. Hay que hacer algo por toda esa gente, y en especial por los africanos, que son quienes lo pasan peor al llegar aquí, quienes encuentran más dificultades.

"NINGUNA PERSONA ES ILEGAL", se lee en una pancarta, en ese documental. ¡Algo tan obvio! Y sin embargo seguimos usando esos términos, sin darnos cuenta...

"Más que papeles", dice una de las entrevistadas, "para sobrevivir aquí hacen falta amigos".

Otro de los inmigrantes cuya vida sigue el documental es un norteamericano con una grave enfermedad. Vino a Barcelona para recibir tratamiento porque en su país (¡qué país!) simplemente no se lo pagaban.

Otro de los entrevistados es un ghanés que vive entre la basura. No encuentra trabajo, y eso a pesar de hablar inglés mejor que muchos licenciados universitarios (y profesionales, y políticos) naturales de Catalunya.

En fin. Para ceñirse a los políticos, a uno le gustaría que todavía hubiera tribus caníbales en África. Que les hirvieran a todos en una gran olla, y se los zamparan a la luz de la luna y de las estrellas.