Friday, February 25, 2011

Vamos falar de sexo (cientificamente), e 2

Vou citar mais alguns trechos que me fizeram rir, ou sorrir (às vezes nem tanto pelo dito, quanto pela forma usada para dizer), e outros que achei curiosos do livro El cerebro erótico, do neurocientista Adolf Tobeña.

Mas antes, como no post anterior, vou citar um livro, desta vez só um. Voltei às leituras em português e recomendo Confissões de Ralfo (subtítulo: Uma autobiografia imaginária), de Sérgio Sant'Anna, que está me deixando maravilhado. É um romance realmente fantástico no sentido literal (poderia dizer, também, fantasticamente real). Inclassificável, como Armadilha para Lamartine ou A Rainha dos Cárceres da Grécia; segundo os críticos, "insólito", "anárquico", "caótico". O "descobri", mesmo que indiretamente, graças à Anna, pois é objeto de uma das dissertações e teses que ela um dia procurou para mim. E o encontrei num sebo, não sei se não está fora de catálogo.



O mais famoso fotograma do filme Jamón, jamón, de Bigas Luna.
(Quem ia dizer, hein? Vinte anos depois e ó, casados e com um filho.)



3. Sexo é na praia

(Talvez quem passou estas férias no litoral gaúcho ou catarinense se sinta identificado.)

Los seductores actuales deben residir necesariamente junto al mar. Los manuales de costumbres imponen unas temporadas marítimas tan inexcusables que los mujeriegos dedicados han de plegarse a la cultura de club náutico aunque no tengan ninguna inclinación por las velas o el agua salada. Hoy en día es literalmente inimaginable un donjuán sin un bronceado impecable y con un dominio cuando menos tentativo de la navegación de bajura. Las revistas del corazón lo tienen clarísimo: un playboy que se precie requiere la cubierta blanquísima de un yate bajo los pies y el torso desnudo, contrastando con el azul rutilante de la mar. Ya no valen los refugios en casonas o en aldeas remotas mientra se espera, tranquilamente, el regreso de unas presas fatigadas de salobre y sol pertinaz. No valen porque esos retiros no son tolerados por las señoras al coincidir con el período donde pueden llevar el ritual del sacrificio solar al apogeo de la exposición voluptuosa en las terrazas nocturnas o en las fiestas galantes.


4. Moda esportiva

No capítulo dedicado à neurologia do tédio amoroso e aos incentivos para combatê-lo, Tobeña cita o escritor Josep Pla, que dizia que uma mulher de salto alto não podia ser uma boa cozinheira. Uma das metas principais do sistema monogâmico, diz o neurocientista, aquela que pretende combinar numa mesma pessoa a elegância sedutora com "el trato irreprochable del estómago", não é atingível. Porém...

Los usos actuales han venido a poner remedio a esa flagrante incompatibilidad. Así, me ha parecido observar que el vestuario deportivo aplicado a la cocina tiene un gran rendimiento seductor. Las oportunidades estrenadas con la incorporación de los shorts y las zapatillas de deporte son absolutamente extraordinarias sin traicionar, para nada, la atención a los fogones. Lo mismo vale para el otro bando si lo medimos por la tendencia masculina a deambular por la cocina con camiseta holgada, jeans y náuticos para redondear un aspecto fresco y jovial.


5. Sincronização menstrual

Este é um simples fato curioso que eu ignorava. Sem muita repercussão (acho).


Martha McClintock [...] demostró, hace ya unos treinta años, que los ciclos menstruales de las compañeras de habitación, en las residencias de estudiantes, o los de las amigas que comparten vivienda, tienden a sincronizarse con el tiempo. Es decir, que acaban menstruando prácticamente al unísono aunque partan de unas asincronías flagrantes en los ciclos respectivos.

(A explicação tem a ver com a comunicação olfativa, inconsciente, via feromonas.)



6. A agenda oculta das revistas femininas

Viene siendo habitual que publicaciones como Elle, Marie Claire, Cosmopolitan, Vogue o similares elaboren reportajes sobre las estrategias y procedimientos más convenientes para la práctica de los enredos extraconyugales con seguridad y eficiencia. El objetivo no es impulsar la independencia femenina en materia de decisiones amorosas (faltaría más, en revistas tan delicadamente conservadoras), sino el muy benemérito de dinamizar unas relaciones de pareja fatigadas o desgastadas.

(Compro a Marie Claire para comprovar. A "Carta da editora" me parece mais ou menos liberal. Na capa vem em destaque uma dessas reportagens de que fala Tobeña: "Amigos que transam: isso dá certo?". Leio com atenção o texto, segundo o qual ter um "Pau Amigo" só traz vantagens. Não descubro uma agenda oculta.)


7. Beleza e inteligência

Los sabios más sublimes y las sabias más eminentes no suelen destacar por sus atributos físicos. Ése es el tópico que hay que completar con la constatación de que los guapos y las guapas de gran cotización tampoco sobresalen por su agudeza o perspicacia. Hay que reconocer que ocasiones para robustecer ese estereotipo no faltan. Para ilustrarlo basta con comparar el ramillete de individuos que se reúne en Estocolmo, en la ceremonia anual de adjudicación de los Premios Nobel, con el que se da cita cada primavera en Los Ángeles al otorgar los Oscar de la academia americana de cine. Mientras que el primero lo forman unos personajes anodinos que han hecho cosas aparentemente extraordinarias que nadie consigue entender, en Hollywood se produce un estallido de lo mejorcito que produce la especie en cuanto a los rasgos visibles y a los añadidos por la industria cosmética y reparadora.


e 8. O enigma do orgasmo feminino

La función más obvia del orgasmo sexual es pasarlo bien, evidentemente. Proporcionar clímax placenteros. Pero los biólogos evolutivos tienen la mala costumbre de no conformarse con las explicaciones inmediatas y se dedican a buscar "porqués" ocultos bajo los fenómenos aparentemente más diáfanos. La insistencia indagadora sobre las funciones últimas del orgasmo femenino ha generado no pocas discusiones y quebraderos de cabeza al gremio. [...]

[...] En las mujeres es harto conocido que puede existir un enorme desfase entre la capacidad procreadora y la frecuencia y el entusiasmo orgásmico. [...] A pesar de ese curioso divorcio entre orgasmo y rendimientos, el clímax femenino se ha mantenido enérgico y sin mengua con unas manifestaciones tanto o más aparatosas y rotundas, si cabe, que el masculino. Ése es el enigma que ha tenido entretenidos a algunos espíritus inquietos durante mucho tiempo.

A hipótese 1, citada no livro, é chocante: o orgasmo feminino seria uma "relíquia" biológica, sem função, tipo os mamilos dos homens. Essa hipótese foi descartada... e eu não vou dar a explicação, quem quiser que pesquise.

Boa vida sexual!

Tuesday, February 22, 2011

Emerson. Cap. 4. Todos dicen I love you

Ver más grande en YouTube (pero es difícil ser más grande). Subir el volumen.

Nota na margem

Isto não é um post. É um poema que quero compartilhar com quem goste de escrever (ou de ler, só que isso é cada vez mais difícil) notas nas margens dos livros. Também quero compartilhá-lo com os amantes de um livro especial. O poema aparece citado na matéria do New York Times "Book Lovers Fear Dim Future for Notes in the Margins" - por isso dei com ele.


Marginalia
Billy Collins

Sometimes the notes are ferocious,
skirmishes against the author
raging along the borders of every page
in tiny black script.
If I could just get my hands on you,
Kierkegaard, or Conor Cruise O'Brien,
they seem to say,
I would bolt the door and beat some logic into your head.

Other comments are more offhand, dismissive -
"Nonsense." "Please!" "HA!!" -
that kind of thing.
I remember once looking up from my reading,
my thumb as a bookmark,
trying to imagine what the person must look like
why wrote "Don't be a ninny"
alongside a paragraph in The Life of Emily Dickinson.

Students are more modest
needing to leave only their splayed footprints
along the shore of the page.
One scrawls "Metaphor" next to a stanza of Eliot's.
Another notes the presence of "Irony"
fifty times outside the paragraphs of A Modest Proposal.

Or they are fans who cheer from the empty bleachers,
Hands cupped around their mouths.
"Absolutely," they shout
to Duns Scotus and James Baldwin.
"Yes." "Bull's-eye." "My man!"
Check marks, asterisks, and exclamation points
rain down along the sidelines.

And if you have managed to graduate from college
without ever having written "Man vs. Nature"
in a margin, perhaps now
is the time to take one step forward.

We have all seized the white perimeter as our own
and reached for a pen if only to show
we did not just laze in an armchair turning pages;
we pressed a thought into the wayside,
planted an impression along the verge.

Even Irish monks in their cold scriptoria
jotted along the borders of the Gospels
brief asides about the pains of copying,
a bird signing near their window,
or the sunlight that illuminated their page-
anonymous men catching a ride into the future
on a vessel more lasting than themselves.

And you have not read Joshua Reynolds,
they say, until you have read him
enwreathed with Blake's furious scribbling.

Yet the one I think of most often,
the one that dangles from me like a locket,
was written in the copy of Catcher in the Rye
I borrowed from the local library
one slow, hot summer.
I was just beginning high school then,
reading books on a davenport in my parents' living room,
and I cannot tell you
how vastly my loneliness was deepened,
how poignant and amplified the world before me seemed,
when I found on one page

A few greasy looking smears
and next to them, written in soft pencil-
by a beautiful girl, I could tell,
whom I would never meet-
"Pardon the egg salad stains, but I'm in love."

Saturday, February 19, 2011

Vamos falar de sexo (cientificamente)

Sim, quero falar de sexo. Na verdade, citar trechos engraçadas do livro El cerebro erótico, de Adolf Tobeña, que acabei de ler. (A trabalho.) (Sério.)



Brain World.

Mas antes queria citar alguns livros que li este início de ano, pois foram bastantes, não comentei nenhum e todos são recomendáveis (desta vez acertei nas compras na Fnac e os que ganhei também foram bons). Li, no voo POA-BCN (ainda em 2010), um livro que há muito queria ler, já que é considerado o melhor da autora: Stupeur et tremblements, de Amélie Nothomb, emprestado pela Gabriela. E, na volta a Porto Alegre (a Salvador, para ser exato), Hygiène de l'assassin, também d'Amélie e também da Gabriela (que é fã). Leituras prazerosas, as duas (se não não teria conseguido ler no avião). Porém, se alguém não conhece e está interessado em conhecer a obra de Nothomb, e confia em minha opinião, meu livro preferido dela continua sendo Métaphysique des tubes, livro que eu emprestei à Gabriela :), que fala da infância da autora no Japão e que não é nada metafísico (lembro perfeitamente de onde o li: deitado na areia da praia de Platja d'Aro, com o mar, tão presente no romance, à minha frente). Terminando com Amélie: acabei de saber que ela não é francesa!, ela é belga! Esses franceses, sempre querendo se apropriar de tudo!!!

Li La bicicleta estàtica, livro de contos de Sergi Pàmies (por enquanto, só em catalão; vai sair em espanhol pela editora Anagrama. Pensei em traduzir um dos contos ao português aqui, mas estou sem tempo.) Esse eu tive que ler, pois meu irmão Ramon e meu amigo Sérgio me pediram o livro de presente, e eu não gosto de presentear qualquer coisa. Me surpreendeu: é bom. Parece que Pàmies, assim como Monzó, talvez pela idade que eles já têm, cansaram de fazer literatura frívola, de hihihi, e estão escrevendo coisas mais sérias, sem perder o senso de humor. Também li, em espanhol, La conciencia de Zeno, de Italo Svevo, um desses clássicos que na faculdade esqueceram de incluir nas listas. (Depois a gente tem que ir atrás, preencher lacunas.) Muitíssimo bom (e engraçado). É um relato psicanalítico, pura literatura do eu. Zeno aceita escrever sobre si quando seu psicanalista sai de férias. (Capítulo 1: O tabaco. Capítulo 2: A morte do meu pai. Capítulo 3: Minha esposa e minha amante. E por aí vai.) (Parentese: comentei com meu irmão Uri que é legal, talvez até necessário, continuar lendo clássicos porque obrigam a pensar, pedem um esforço de leitura muito maior do que outros livros bons; esforço recompensado, claro.) E li, presente do Uri, El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon, uma história dura, de iniciação, narrada por um menino autista (O estranho caso do cachorro morto, pela Record).

Também li quadrinhos, adoro ler quadrinhos, faço isso sobretudo em época de férias. Li o Macanudo 5, do genial Liniers. Liniers é o mais parecido com Charles M. Schulz que eu já encontrei, que é como dizer de um pintor que o mais parecido com Pablo Picasso. Na Espanha saiu até o número 5, mas na Argentina já estão no Macanudo 9. (Se alguém for a Buenos Aires, pode me trazer o 6, 7, 8 e 9? Pago em dobro!) E li duas novelas gráficas (Liniers é autor de comic strips), duas obras mestras que sem dúvida serão publicadas no Brasil: Tamara Drewe, de Posy Simmonds, sobre um retiro de escritores numa casa rural na França (obra inspirada num romance de Thomas Hardy e que virou um filme de Stephen Frears), e Asterios Polyp, de David Mazzucchelli, sobre um arquitecto que vê seu mundo desmoronar.


E agora o sexo.

Curti muito e tirei muito proveito de El cerebro erótico, de Adolf Tobeña, neurocientista catalão, catedrático de neuropsiquiatria na Universitat Autònoma de Barcelona. Segundo conta ele mesmo no prefácio, o livro, originalmente em catalão, estava há anos fora de catálogo, mas era um dos que mais circulavam, em xerox, pelas faculdades de psicologia e medicina, por isso foi reeditado e atualizado, agora em tradução ao espanhol. O texto é científico, porém acessível, e inclui anedotas, comentários, apontamentos muito engraçados. (Pelo que vou sabendo sobre neurocientistas, neuropsiquiatras e similares, todos eles são engraçados e obcecados por sexo, não perdem uma chance.) A parte científica do livro fica para mim, para os meus "trabalhos confidenciais". Mas quero compartilhar algumas dessas partes que me fizeram rir. (Comento em itálico e cito em espanhol.)


1. California Boys


Tobeña conta que cientistas franceses escanearam cérebros de jovens aos que eram apresentadas não só imagens de pessoas amadas (namorados, namoradas), com numa época se fazia, senão cenas de sexo explícito. "Dado el bien ganado prestigio de los franceses en las sofisticaciones lascivas", ele escreve, "cabia esperar que en este tipo de empresas investigadoras se adelantaran a los voraces estadounidenses". Os resultados foram ótimos, com áreas identificáveis do cérebro aparecendo estimuladas nas imagens, etc. E então uns cientistas estadunidenses, chateados, reagiram, anunciando um experimento quase igual.

Los estadounidenses anunciaron un neuroescaneado de muchachos californianos, de la misma edad y en una tesitura muy parecida a la francesa, pero que debía ofrecer mucha mayor resolución que los datos TEP lioneses al usar una fMRI de gran potencia. Pero no fue así. Aunque presentaron imágenes eróticas mas hard que las francesas (para asegurar el tiro, cabe presumir), cometieron la imprudencia de usar como imágenes-control escenas deportivas. Todo el mundo sabe que los muchachos californianos pierden la chaveta ante el deporte, y en los contrastes entre las escenas culminantes de un match o las igualmente culminantes de una interacción sexual no se obtuvo ninguna diferencia cerebral digna de reseñar.


2. O efeito Coolidge

O efeito Coolidge é contado num capítulo que tenta explicar o porquê do "desinterés amoroso" num casal, o tédio, que Tobeña atribui, em parte, à "difuminación del misterio". "El tedio se instaura al desaparecer el enigma: cuando del amante lo sabemos todo o así lo creemos". É interessante isto que ele diz: "En general eso acostumbra a concretarse en un instante preciso: un día, una hora y un minuto perfectamente delimitables, quiero decir". Mas eu estou
yéndome por las ramas, ou agarrando para el lado de los tomates, como se diz na Argentina. Voltando: o efeito Coolidge se usa para explicar as diferenças na suscetibilidade à saturação amorosa entre os homens e as mulheres; isto é, as diferenças na constância amorosa ou sexual.

John Calvin Coolidge fue un presidente estadounidense del período de entreguerras del siglo pasado que dejó un anecdotario muy sabroso. Era un republicano que gobernó durante los felices veinte [...]. Aunque no ha habido manera de certificar la verosimilitud del episodio que sirvió para dar nombre al famoso "efecto", tanto da porque se ha impuesto para siempre. [...] Durante una visita a una explotación avícola avanzadísima, en su época, la primera dama que acompañaba al presidente y lo precedía en el recorrido por las instalaciones se detuvo, admirada, ante un gallo magnífico que mostraba un entusiasmo copulador infatigable ante una gallina aparentemente feliz. La señora Coolidge preguntó a los técnicos si aquel rendimiento era habitual y éstos asintieron glosándole las virtudes de aquel ejemplar. Entonces les pidió, con un punto de picardía, que cuando el presidente llegara a aquel lugar se lo hicieran notar. Así lo hicieron al acercarse el mandatario y éste, sin inmutarse, les preguntó si al gallo siempre le ponían la misma gallina o las cambiaban a menudo. Los técnicos replicaron diciendo que era el ejemplar con el harén más nutrido de toda la granja. El presidente se alejó, satisfecho, después de indicar a los granjeros que le explicaran esa minucia a su distinguida esposa cuando acabara el recorrido.


(Continuará.)

(Acabei de incluir uma nova etiqueta, ou
label, no blog: Sexo. Sabia que faltava alguma!)

Elegância brancusiana (desta vez o Google se puxou)


135e anniversaire de la naissance de Constantin Brancusi (Google).

Friday, February 18, 2011

Thursday, February 17, 2011

Mar no muro


Estudante pintando, campus central da UFRGS, 17/02/11.




PS: A Gabriela me envia uma frase. É sobre a arte e os cafés. No contexto da Segunda Guerra e do exílio de muitos artistas para os Estados Unidos, Max Ernst fala da diferença do ambiente entre Paris e Nova York:
"Nos faltaba la vida del café. En Nueva York teníamos artistas, pero no arte. Uno solo no puede crear arte. El arte depende en buena medida del intercambio de ideas con los demás."

E eu me lembro de uma frase de Cae la noche tropical, romance de Manuel Puig. Uma das protagonistas, mulher velha, exilada argentina, se lamenta com sua irmã, moradora há anos no Rio, dizendo mais ou menos assim:
"Sabés lo que extraño más, acá en Río? Los cafés. Acá no tenés cafés..."

Wednesday, February 16, 2011

A escola das flores

Há quase um mês meu irmão Uri me enviou um e-mail dizendo que seu colega na produtora Sin parpadear e no seriado "Emerson", ou seja, seu amigo Gerard, queria colaborar comigo e com meu blog e tinha encontrado na Internet um artigo que podia me parecer interessante e eu poderia incluir aqui. Gostei muito do artigo e dessa vontade do amigo Gerard. :)


Brasil ensaya la alfabetización con flores y poesía

Una experiencia piloto se convierte en modelo de educación ecológica

JUAN ARIAS - Río de Janeiro

El País, 25/01/2011

La escuela municipal Hermann Müller, situada en un área rural de Joinville, en el Estado brasileño de Santa Catarina, se ha convertido en modelo de educación ecológica, con una experiencia piloto para alfabetizar a través de la naturaleza.

En el centro se utilizan métodos revolucionarios que nadie se atreve a criticar, porque los alumnos obtienen altas puntuaciones en los índices de comprensión de lectura y escritura.

La joven directora de la escuela, Silvane Aparecida da Silva, ha sabido conjugar con éxito educación infantil y medio ambiente con un método para alfabetizar a los niños, de procedencia campesina, con flores y poesía.

En un jardín plantado y cultivado por los alumnos bajo la dirección profesional de expertos jardineros, cada letra corresponde a una flor. Y en cada macizo de flores, los profesores cuelgan una poesía.

Este Jardín Encantado está construido con materiales procedentes de demoliciones. El alfabeto de las flores es un camino de piedra que desemboca en una miniatura de la casa de Monet.

Los niños aprenden matemáticas con la construcción de una zona para cultivar orquídeas, que devuelven a la naturaleza cuando llegan a su estado adulto. También cultivan flores y cuidan de la huerta, cuyos frutos van directamente a la cocina de la escuela.

Cuando Aparecida ocupó el cargo de directora de la escuela rural, en 2003, el centro estaba desprestigiado, con apenas 20 alumnos desmotivados que no conseguían aprender a escribir ni su propio nombre. Hoy, la escuela está abarrotada y los alumnos estudian todas las asignaturas a través de la naturaleza, que aprenden a amar, respetar y disfrutar.

Este proyecto innovador, que ha recibido el apoyo de la Secretaría de Educación, tiene el objetivo, como ha confirmado la directora de la escuela a EL PAÍS, de alfabetizar "en un clima de educación ambiental, conduciendo a los alumnos a la observación, la contemplación y el respeto a la naturaleza, experimentando e interiorizando su preservación".

Para los profesores, la finalidad de esta escuela piloto es "promover proyectos y vivencias a través de un aprendizaje dirigido a la ecología, la cultura y la afectividad".

Da Silva se emociona cuando cuenta la transformación de los niños pobres, llegados del campo, ante la unión de naturaleza y poesía. "Es increíble cómo los niños entienden la poesía y consiguen transformar sus vidas con ella. Mejor que los adultos. A ellos no les dan miedo las imágenes y metáforas más osadas. Cuando leen, por ejemplo, el verso 'aquí plantaremos árboles y sombras': para ellos plantar también sombras es algo normal. Su fantasía trabaja mejor que la de los adultos, a quienes la poesía suele crearles miedo porque desbarata sus seguridades. A los niños, no. Ellos están siempre abiertos a la paradoja y a lo inesperado".

Una particularidad y genialidad de la escuela de Joinville es la complicidad de los alumnos con sus padres y familiares, gente del campo. Da Silva cuenta cómo los niños, con su amor por los pájaros como símbolos de libertad, consiguen convencer a sus padres de que abran las jaulas para dejar libres a los pájaros y de que abandonen la caza, entregando las escopetas y trampas a la escuela.

"Los niños, cuando entienden y aman el lugar en que nacen, al crecer se vuelven ciudadanos comprometidos con el lugar de sus raíces", afirman los maestros.

Entre jardines, huertas y pájaros en libertad, los alumnos reflejan una alegría difícil de advertir en las severas escuelas formales. Una experiencia digna de reflexión en la compleja búsqueda de nuevas formas de enseñar.

Sunday, February 13, 2011

Biutiful

Hoje assisti a Biutiful. Queria ver: 1) como aparecia Barcelona no filme, 2) se meu irmão Uri estava certo (filme ruim!) ou estava certa minha irmã (maravilha!), 3) se Iñárritu se dava bem sem Arriaga, 4) o Javier Bardem,...

1. Barcelona aparece bem, que é a mesma coisa que dizer que o filme é bom (um filme medíocre, como Vicky, Cristina, Barcelona, dá um cenário medíocre, e ao contrário). Bem feia - em todos os sentidos. A candidata socialista à prefeitura disse que essa cidade não existia. Existe, sim, mesmo que doa. Que aconteçam as mesmas coisas em Paris, Londres, Nova York ou São Paulo não é consolo. Iñárritu escolheu Barcelona, e tudo bem; afinal, seu tema segue sendo esta Babel.

2. O Uri sabe muito de cinema e por isso vê coisas que não se devem ver (acho que é isso). Como o escritor que, quando lê, repara demais em detalhes da escrita. ("Deformación profesional", em espanhol.) Uri: has visto que el último plano del trailer no sale en la peli? Ese plano va al final, es importante y han hecho bien en cortarlo, creo. (Y has visto que Bardem es del Espanyol? :)

3. Para mim se deu bem. Este filme é mais cinematográfico do que Babel. Imagens sem palavras, planos curtos, detalhes estão falando o tempo todo.

4. Welcome back, Javier. No Country for Old Men? Vicky...? Eat Pray Love??!! (Sigh.) Tava na hora! (I dient algunes frases en català! :)

,... E mais nada. Não queria me puxar para escrever uma crítica, por isso o post esquisito. Só queria dizer que o filme é muito bom (e duro, inteligente, denso), e que é um desses filmes necessários, e botar o trailer aqui no blog (o segundo; o primeiro tem uma voz em off terrível).


PS: Grande Santaolalla também! (Santaolalla não falha! :p)



Monday, February 07, 2011

Traduções ao português 14 (L'escola dels somiatruites, de Albert Plà)

Albert Plà é um desses personagens geniais, malucos e inclassificáveis, tipo Dalí, que aparecem de tempos em tempos na Catalunha e fazem com que sintamos saudade de um país menos chato que nunca existiu. A música seguinte, "L'escola dels somiatruites", não é das mais malucas dele; é das "bonitinhas" e poéticas. A ouvi pela primeira vez estes dias, no CD Concert a París, que Albert gravou junto com Joan Miquel Oliver. Comprei o CD para o Sérgio, na Fnac de L'Illa, em Barcelona, e três dias depois, antes de eu viajar, meu irmão Uri, sem saber, o comprou para mim. Ainda não há músicas do CD no youTube. A seguinte é a versão original, só de Albert. O título era "Somiatruites", sem "escola". Ser un somiatruites é uma expressão catalã sem tradução. Truita é omelete; um somiatruites é quem vive num contínuo devaneio, quem sonha acordado com coisas impossíveis. Em geral, se usa em sentido depreciativo. A edição do vídeo (linda) é de Sargantania.




L'escola dels somiatruites

Há uma escola perdida
lá no meio do Montseny
onde só estudam as crianças,
onde só estudam as crianças
que sonham com truites.

É a escola dos somiatruites,
é a escola dos somiatruites,
onde só estudam as crianças
que sonham com truites.

Há o Joan que sonhava
que sua cama ganhava asas
e à meia-noite decolava
e voava e voava e voava,
e a Lídia sonhava
que seu namorado era um lobo
e passavam as noites inteiras
ululando para a lua cheia,
faziam assim:

Auuuuuuu! Auuuuuuuu!

E a Fina sonhava
que respirava embaixo d'água
e nunca se afogava
e fazia uns brincos
com pérolas marinhas.
Ah! E, além do mais,
era amiga íntima dos golfinhos,
e os tubarões e os camarões.

E a Marta que sonhava
que a Terra era quadrada
e ia passar as férias
numa outra galáxia,
e o Fidel que sonhava
que jogava uma pedrada
ao rei da Espanha,
e o Gerard que sonhava
que era um gato que sonhava
que era o Gerard que sonhava.

E a Joana sonhava
que seu pai nunca a surrava,
e a Roser que sonhava
que sua mãe não a repreendia,
e a Cristina que ia
xino-xano* para a China
e falava em chinês da China
xin xinu chinês chau xing.

Xan chau xin choi xin choing...

E o Albert que sonhava e sonhava
e sonhava e sonhava e sonhava
e de tanto sonhar nunca acordava
e à escola, é claro, não se apresentava,
mas a sora nunca lhe dava falta
e ele sempre passava.
Porque o Albert estudar não estudava,
mas sonhar, caramba se sonhava!
Caramba essa sora, que simpática era!,
que sonhava que era uma criancinha
e cantava como uma cigana
nas noites de lua cheia.

Lailo lailo lailo lolai...

Há uma escola perdida
lá no meio do Montseny
onde só estudam as crianças,
onde só estudam as crianças
que sonham com truites.

E o Ramon que sonhava
coisas tão estranhas
que é impossível explicar.
E, enfim, sobre as coisas que a Laura sonhava
é melhor não saber.

Até o zelador pintava escolas
sem muros, nem salas, nem grades, nem soras
nem besteiras dessas,
só janelas abertas
por onde faziam corridas os sonhos
dos meninos e meninas,
e enquanto isso a Fina nadava com sereias...

Glu, glu, glu, glu, glu...


*Anar xino-xano: andar devagar, sem pressa.

Thursday, February 03, 2011

Barra de Itariri, Bahia

(Último post de fotos, último post das férias. A partir de hoje, trabalho.)

Entre quinta-feira e domingo passado estive em Barra de Itariri, na pousada Bela Vista, fácil de encontrar, pois é a única. (Tem outra, mas é velha, pequena, pior: isso me disse o taxista.) Barra de Itariri é um vilarejo perdido no litoral norte da Bahia, perto do Sergipe. Depois das 15 h, só se veem nativos, já que o último ônibus para Sítio do Conde sai às 14 h. Sítio do Conde, a uns 12 km, é um pouco maior, tem mais pousadas e um pouco de vida noturna, segundo me contaram duas garotas de Alagoinhas que conheci na praia e estavam hospedadas lá (precisamente para curtir essa vida noturna). Mas é em Barra de Itariri onde dá para tomar banho de rio ou banho de mar; com a maré alta ou a maré baixa; perto das rochas ou dos manguezais; com turistas ou com nativos; de dia ou de noite;... Quando, no ônibus de Salvador, cheguei a Sítio, fiquei meio desapontado: a praça principal estava quase deserta, a pobreza era evidente (eu sabia que não ia a Praia do Forte, mas mesmo assim), o ônibus para Barra só saía três horas depois e eu, com minhas malas, não tinha o que fazer, não podia nem ir ver o mar. Esperei. Mas cansei, e daí apareceu meu eu mauricinho, e daí resolvi ir para Barra na hora, de táxi, pagando os 50 reais. Foi bom. O taxista me surpreendeu: negro, fortão, com um colar desses de hip-hopeiro, botou no rádio Laura Pausini! Então já relaxei. Foi um prazer esquisito, ir nesse carro, por essa estrada de barro esburacada, com os coqueiros e o mar à esquerda e esse cara ao meu lado, ouvindo "La solitudine", "Strani amori", todo o CD!

Essa mesma tarde, vi algo lindo em Barra que não pude fotografar (só saí para tirar fotos na tarde do dia seguinte). Um monte de criancinhas brincando com um cavalo na água. Três garotos tinham ido a cavalo pela praia, atravessado o rio com a água cobrindo a metade do corpo dos animais, continuado até os manguezais e voltado, e depois deixado às crianças um dos cavalos. A maré estava subindo, mas mesmo assim as crianças botaram o cavalo na água. Montaram no lombo dele duas, três crianças de vez, e alguma até o usou de trampolim (o cavalo, tranquilo, se deixava fazer). O mais incrível foi quando, do cavalo (branco), só se viu a cabeça. Um monte de cabeças rindo, gritando, e uma cabeça de cavalo lá no meio! (Mais tarde pensei que aquilo me impressionou, provavelmente, porque a única vez que vi uma cabeça de cavalo recortada na água foi no filme The Neverending Story, numa das cenas mais tristes que vi no cinema quando criança.)

Gostei, também, de passear à noite pelas ruas do vilarejo, de terra e desertas. Barra de Itariri me lembrou Fernando de Noronha, pela solidão e quietude, e as praias inteiras para mim, e também San Pedro de Atacama, pelas ruas empoeiradas e um certo ar de faroeste. Como em F. de Noronha, vi muitos caranguejos e sapos. Também, uma noite, depois de jantar, me deitei na areia da praia e vi o céu mais estrelado de que tenho lembrança (impossível reconhecer uma constelação nesse céu). Jantar, esse era o problema. Não tem nada, no vilarejo. Para almoçar, me virei nos bares-"restaurante" da praia, mas para jantar, no primeiro dia, não encontrei nada, todas as ruas escuras, tudo fechado, só jovens indo para cima e para baixo de moto e famílias sentadas às portas das casas, tomando o fresco. Até que uma turista (baiana, lá não tem estrangeiros) me indicou uma tapiocaria, onde comi o melhor beiju da minha vida (dica: fazer na panela, não na chapa). Acabou sendo bom, isso de não ter onde jantar. No segundo dia, segui a indicação do dono da pousada (um paulistano que mora há dez anos nesse mini paraíso) e fui a uma casa particular que também funciona como restaurante, o "Monte das Oliveiras". Na sala de estar havia três mesas vazias, para os possíveis clientes, um sofá e uma TV, só, e ao fundo se via a cozinha. A filha adolescente fez de garçonete, tomou meu pedido. Enquanto esperava, conversei com ela e com seus irmãos, mais novos, no alpendre da casa, onde havia pássaros em gaiolas, e gatos, e galinhas. O pai ficou o tempo todo no sofá, assistindo à novela da Globo. Esperei muito, mas valeu a pena: as mulheres, que não saíram da cozinha (eram muitas, três ou quatro; "se eu fosse o Ferran Adrià", pensei, "já estaria lá dentro, observando tudo"), fizeram uma deliciosa moqueca de camarão com pirão.

O resto não dá para explicar. O bem que o mar me faz, a beleza da paisagem, a sensação da água na pele, a do sol, etc. Ah, terminei de ler La conciencia de Zeno, num outro post já vou comentar.


Mosaico de fotos (maré baixa):









E mais três (estas não são minhas):


Pensei em fazer isso, mas não fiz: subir nesse posto de salva-vidas (onde não tinha salva-vidas) e ficar ali, lendo.


Crianças de Barra de Itariri.


Barra de Itariri, rua principal.



PS: A trilha sonora do taxista de Sítio. Há anos eu não ouvia essas músicas. Será que o colega Emerson gostaria? Sabe?, eu acho que sim. Acho que o Emerson tem seu lado sentimental.

Tuesday, February 01, 2011

Fotos do MAM e outros lugares de Salvador



Para quem não conheça, este é o MAM, o Museu de Arte Moderna de Salvador (tirei a foto do Bahia Marina, aonde, parece, não era permitido entrar :o). Já escrevi isso alguma vez: não sei de nenhum museu localizado num lugar mais belo. Pois bem, é aqui que minha amiga Rose trabalha, no Núcleo de Museologia. Fui lá no segundo dia de minha estada em Salvador (no primeiro fui tomar cervejas com o amigo Ronaldo). Fiquei batendo papo com a Rose, lhe dei um presente; enquanto ela terminava seu trabalho, fiquei vendo o mar; depois fomos embora, tomar uma água de coco. Como não vi a mostra de Beuys, voltei no dia seguinte. Esse dia, encontrei todos os empregados do museu no pátio central, embaixo das mangueiras. Nada de Beuys: museu fechado por causa de um camião que, de manhã, bateu contra um poste de eletricidade e deixou a área sem luz. Nada de Beuys, porém mais de Rose e de mar. Fiquei batendo papo com ela e com um colega seu, o Rogério.

Não me importa, não ter visto a mostra. O que eu queria mesmo era rever a Rose e conhecer seu lugar de trabalho, que ela me mostrou (sua sala, sua mesa de madeira ao lado de uma janela). Além do que, quando eu vou no MAM... Desculpem-me os artistas, mas, ao lado da beleza desse mar! Quando eu vou lá, fico olhando as águas da Bahia de Todos os Santos; o pier; os reflexos do sol; o perfil da ilha de Itaparica; as crianças da favela ao lado pulando na água de uns muros transformados em piscina. Adoro ver tudo isso e é dessas vistas que eu tirei fotos. Quem quiser, tem fotos de algumas obras do MAM aqui, de uma visita anterior.


Atrás da porta vermelha em arco trabalha a Rose.


Sem palavras. (Poderia passar horas lá, contemplando... "o universo ao meu redor".)


O pier. Para mim, é um trapiche, como o do primeiro livro que eu li em português: "Sob a Lua, num velho trapiche abandonado, as crianças dormem".


"La teta" (título meu :), no Jardim das Esculturas do museu. Adoro esse jardim. Mas, de novo: não importa quão belas as esculturas: o que melhor do que poder andar pela passarela, descer a essa praia e tomar um banho de mar?


Não vi a mostra, mas ganhei o caderninho. Bem pouco revolucionária, essa caipirinha minha.


Já perdi a conta das vezes que estive em Salvador, mas ainda não conheço bem a cidade. Desta vez, a novidade foi o bairro da Graça, bairro “nobre” aonde fui para visitar o Palacete das Artes, que esteve vários anos em obras. Ele é conhecido, também, como Museu Rodin, se bem que as obras de Rodin, a Rose me informou, só estão lá temporariamente.



O Palacete. Era da família de comerciantes Martins Catharino. Nele estão agora as obras de Rodin (e, no último andar, uma pequena mostra de arte erótica). A visita me serviu para me dar conta de que Rodin não foi um escultor tão realista assim. Uma mulher se espreguiçando, por exemplo, os braços em alto, unidos atrás da cabeça: na escultura, é uma beleza de mulher, mas essa é a impressão visual que Rodin consegue com o gesso; se alguém pegasse o gesso e o transformasse em carne, teria um monstro. (Não sei se dá para entender.)


O novo anexo ao museu é uma jóia arquitetônica, obra de Marcelo Ferraz e Francisco Fanucci, arquitetos que também reformaram o palacete, do início do século XX. O espaço serve para exposições temporárias ou grandes instalações.


O café. Adoro cafés e livrarias de museus. A livraria deste é bem fraquinha, mas o café está integrado ao jardim, entre o palácio e o anexo, e o mobiliário é de Lina Bo Bardi. E tem wi-fi. E o suco de frutas vermelhas está uma delícia.


E mais umas fotos, feitas en me promenant.


"Gigante pela própria natureza..."


Gaudí transformado em breguice, na Torre Barcelona, bairro da Graça.


O café preferido do meu pai, na Praça da Sé, Centro Histórico (ou já é Pelourinho?).


Meu albergue preferido. Na verdade, o preferido de todos os gaúchos que eu conheço e que têm estado em Salvador: todos ficamos no Laranjeiras!


Esta última foto é para os meus pais saberem como é a vida de alberguista. Tive, como colegas de quarto, um israelense meio doido (já comentei no post anterior), dois lituanos que eu não soube se eram irmãos ou eram gays, muito queridos, com quem conversei bastante, e um argentino, também muito querido, de uma cidadezinha perto de Ushuaia. Vida boa de mochileiro!