Monday, December 31, 2007

Quero

(Finalzinho de uma carta a um amigo.)

Para mim:

Quero continuar escrevendo e fazer-lo cada vez melhor. Pode parecer egoísta, mas acontece que conseguir isso significa me realizar (ser!), e é quando me sinto realizado que eu consigo ser uma pessoa legal, alegre, boa, feliz: ser o Roger que consegue que as pessoas ao redor (familiares, amigos) sejam felizes. Espero, como você (obrigado pelo seu desejo), que meu relacionamento com a Gabi dê certo. Ser cada vez mais feliz junto com ela. E quero que as pessoas que eu quero sejam felizes e tenham saúde. Quero o melhor para os amigos. Quero viajar. Ler. Transar. Dançar. Tomar caipirinhas.

Feliz Ano Novo.

Sunday, December 30, 2007

Viajar, esperar

Dos reflexiones ajenas para terminar 2007. Sobre el viaje y sobre el amor a distancia. De Kiran Desai, escritora india de 36 años, ganadora del premio Booker 2006 con el libro The Inheritance of Loss, que será el que lea cuando termine Arthur & George, finalista del mismo premio el mismo año. (Impresionado con el libro de Julian Barnes, pensaba: ¿quién habrá escrito algo mejor?) (Estaba llegando al final y he olvidado ese libro en Puigcerdà, donde he pasado este fin de semana. No puedo esperar a terminarlo, iré a comprarlo de nuevo mañana. Nunca me había pasado. Tendré dos pocket books iguales, medio nuevos medio usados...)

Describe usted sin eufemismos lo que significa, realmente, ser emigrante. ¿Cree realmente que sólo se tiene de verdad lo que se ha dejado atrás? ¿Cómo lo hizo usted para encontrar su propio sitio?

Yo creo que el emigrante no llega a encontrar su sitio nunca. Una vez empiezas a moverte nunca acabas. Tú esperas un viaje sencillo, pero nunca lo es. Siempre hay un viaje de retorno que te devuelve a tu país, aunque sea por unas semanas, y eso te remueve todo. Te replanteas cosas diariamente. Estás siempre reinventándote. Pero tampoco me parece mal eso de que no cuadren todas las piezas de tu vida, que le falte algo a tu existencia. Te ayuda a escoger un sitio en el mundo. Sólo el emigrante puede escoger de dónde quiere ser.

"El amor debe situarse en el intervalo entre el deseo y su cumplimiento. En la falta y no en la satisfacción". ¿De verdad cree que los mejores amores son los que no se cumplen?

Durante mucho tiempo pensé que era mejor el amor que no llega. Y miraba películas que cumplían con eso. Me interesa especialmente analizar lo que ocurre con los sentimientos entre dos personas cuando están separadas geográficamente, cuando hay intervalos de tiempo en que no se ven. Me interesa la incertidumbre del amor, el no saber qué hace el otro, la riqueza de ese esperar.

(Entrevista completa en La Vanguardia.)

Monday, December 24, 2007

El futuro de una ilusión + Navidad en la favela

Si la sociedad no se ha desarrollado más allá del punto en que la satisfacción de un grupo de sus miembros depende de la supresión del otro, es comprensible que los suprimidos desarrollen una hostilidad intensa para con una cultura cuya existencia ha sido posibilitada por su trabajo, pero de cuya riqueza participan en un grado muy reducido.

No es necesario decir que una civilización que deja a un número tan grande de sus participantes insatisfechos y los lleva a la revuelta no tiene, ni merece tener la perspectiva de una existencia duradera.

(Freud, El futuro de una ilusión.)


En la favela la Navidad es muy distinta. Las iglesias se llenan, más de esperanza que de fe, esperanza de que yo encuentre trabajo, de que la violencia disminuya, de que mi padre vuelva a casa, de que mi madre encuentre un empleo, de que mis hijos no entren en la marginalidad, de que mi abuela mejore, de que mi tío deje de beber, de que los gobiernos gobiernen también para los pobres.

El día 24 los ambulantes venden de todo. En el mercado hay uvas y pollo en oferta, algunos hacen rebanadas de pan bañado en leche, asan un pollo y compran vino en garrafa o aquella sidra más barata que también está en promoción.

Otros hurgan en las basuras para vender hierro viejo y conseguir cualquier cosa, pero la mayoría se desespera, del día 20 hasta el 1 de enero la favela es un caos.

El hombre trabaja el año entero y llega la Navidad y no tiene cómo dar regalos o simplemente hacer una comida en familia, viajar para ver a los parientes, ni en sueños.

En Navidad se bebe mucho en la favela. Los bares se llenan, el vaso de cachaça está a veinticinco centavos. Los hombres se desesperan, la idea machista de que son los responsables de la familia les lleva al fondo del pozo. Las mujeres son guerreras, Santas Madres de la favela, hacen milagros con cincuenta reales.

Hay gente que se pelea el año entero y en Navidad hace las paces. Los jóvenes esperan un año y en Navidad, ¡finalmente!, dan o reciben ese beso en la boca, entre un feliz navidad y otro, el beso es su regalo.

Las Santas Madres de la favela, la mayoría, después de media noche, se recogen en un rincón, solas, rezan por la familia o lloran por las angustias del año sufrido, por un hijo perdido.

La Navidad en la favela, sin embargo es alegre, a veces cómica, hay gente que bebe demasiado y acaba haciendo un show, hay peleas, hay romances, hay fraternidad, es normal ver a quien consiguió hacer su cena invitar o llevar un platito a quien no tiene nada, porque en la favela todo el mundo conoce la vida de todo el mundo.

Los tiros de fusil se mezclan con los fuegos, algunos visten ropas nuevas, la mayoría comprada a los ambulantes, otros simplemente lavada, otros recibieron una donación y están bien.

Hay gente que llega del trabajo con la fiesta ya empezada, hay gente que muere en Navidad, la ley de la favela es dura, hay gente rezando, hay gente haciendo de vigía en la iglesia, hay fiestas de macumba, mucha gente saliendo de misa, gente que empezó a beber pronto, hay forró, hay funk, hay samba, la gente pone los altavoces en la acera y cada uno se oye más alto que el otro, hay gente vendiendo droga y gente comprando.

A veces la policía entra en la favela por Navidad, también hay grupos que aprovechan la Navidad para tomar la favela rival, y así la Navidad se convierte en tragedia, pero eso es raro, la mayoría de las veces todos respetan la Navidad.

En Navidad, todos los poderes de la favela se manifiestan, menos el Poder público. Ese desaparece, como mucho aparece algún político descarado y granuja haciendo campaña y repartiendo regalitos para engañar al pueblo.

Resumiendo: la Navidad en la favela es esperanza, fraternidad y fe, pero también angustia, soledad, revuelta y mucha, pero mucha tristeza en las chabolas de los que no tienen y nunca tuvieron nada.

Piense en eso.

Y Feliz Navidad.

(Traducción de un texto de ComCat.)


PS: Para quien quiera jugar: una palabra se repite en ambos textos.

Saturday, December 22, 2007

Amigos

Eu escrevi hoje para uma amiga que é muito legal quando os amigos da gente ficam alegres ou felizes por um sucesso da gente, ou pelo fato da gente estar feliz. Falei que, sem isso, a felicidade da gente não tem graça. Porque, se não fosse para as pessoas que estão ao nosso redor, por que é que faríamos as coisas, qual seria o sentido?

Fiquei muito feliz com as mensagens dos amigos. É que mandei a notícia a quase todos, em vários idiomas. Respondeu até a Karina, a "brasileira" de Nova York. E senti que os amigos ficavam alegres e felizes. Isso me impressionou e me deixou enormemente feliz, porque na verdade não acho que seja tão normal assim. Às vezes é mais "normal" essa coisa de ciúmes, tipo, por que ele, e não eu? Acho que as pessoas sentimos isso às vezes, uma espécie de raiva da alegria do amigo, o que é muito triste. A Maria da Suécia inclusive uma vez escreveu que existe uma palavra alemã para definir isso.

Bom, no meu caso, foi o contrário, e por isso estou feliz. Alguns dos e-mails mais efusivos foram os da Rose e o Ronaldo. O do Ronaldo é tão bacana, com citações dos contos da canoa e da partida, que ele diz que gosta muito, que eu até imprimi sua mensagem e a dei aos meus pais para ler. Sem exagero, posso dizer que com esses e-mails fiquei inclusive mais feliz do que com o e-mail com a própria notícia. Essa alegria que os amigos compartilham comigo me enche de felicidade mais do que qualquer outra coisa.

Levando o Brasil tropical à fria Barcelona



Pés da Cris e o Joan.

Ah! E hoje vou convidar alguns amigos para tomar caipirinhas! Yeebaaa!

Thursday, December 20, 2007

Big news

Today morning in the shower I was stupidly singing, or more precisely shouting this sort of prayer:

May your strength give us strength
May your faith give us faith
May your hope give us hope
May your love give us love

... And that because yesterday night I received these big news:

#1 in the selection to the Master's Degree in Literature.

I'm so happy, man!

Wednesday, December 19, 2007

Books I couldn't read

After the 15 books or so that I was obliged to read to pass the admission exam for my master's degree in Literature I was free to choose whatever book I wanted. My first choice was Don DeLillo's Falling Man (in the Portuguese version: Homem em Queda), and that was a good, very good choice (I'm sorry I didn't write any review: it's an excellent book, absolutely worth reading, especially for those who, as is my case, are still troubled by what happened in 9/11). But after that, a month have passed in which I've been turning down books one after the other -for various reasons. Until today, when I've finally found "the good one". And I've thought: Why don't you write the list of the books you couldn't read? That'd be fair enough!

Here's the list. Note: I keep the books that I don't read, which is stupid, since you can exchange them (I did this only once).

El pasado, by Alan Pauls (in the Portuguese version: O passado). This is the one that I exchanged (for two guides of the 6a Bienal do Mercosul). I found the first pages an immature chatter about the end of a love and sex relationship.

The Western Canon, by Harold Bloom (in the Spanish version: El canon occidental). This book was laying on the shelves since 1995 (!). I read the chapters about Shakespeare and Dante (and found that had already read the ones dedicated to Goethe and Freud), and stopped. Bloom may be a great literary critic, but his writing can be very boring.

The Heart Is a Lonely Hunter, by Carson McCullers (in the Portuguese version: O coração é um caçador solitário). I'm sure it's a very good book, and I was enjoying the beginning (those two deaf-mute friends), and I'm sure it'd be impressive to read something this good written by a 22-year-old. But I wrongly thought: Why reading this when I could be reading Faulkner? Plus, I guess, I wasn't in the mood to read yet another story set in the deep south of the US.

Os melhores contos de loucura, by Flávio Moreira Costa (ed.) (in Portuguese). I've an interest in the subject, so when I found this compilation at the bookstore of the airport of São Paulo I didn't hesitate. Ultimately, I got to read nearly all the stories, but I found the whole disappointing. Worse than anything are the introductory texts to each story, by the editor, which I ended up skipping (I even thought of cutting those pages, to make the book look better). The best, the two stories by Lima Barreto, my discovery of Georg Büchner, and the text by Carlos Sussekind and Carlos Sussekind Filho, father and son: an extract from the book Armadilha para Lamartine, which I must find.

Mil cretins, by Quim Monzó (in Catalan). Monzó is supposed to be the best Catalan short story writer. I've never liked him, not especially. Never liked his collaborations in the press (he mainly rewrites supposedly funny stories from odd foreign newspapers he may find who knows where). But my dislike for his serious work was groundless (I hadn't read him in a very long time), and I wanted some reasons. His thin new book gave me a good opportunity. I found a few stories good, one of them stupid, and most of them just right. And I didn't finished the book, which is why I put it in the list.

The Best American Comics 2007, by Chris Ware (ed.) (in English). Another compilation. I like comics, and I like Chris Ware, and he inspired me more confidence than Flávio Moreira, whom I didn't know, and the book, a 350-page, beautiful hardcover, was only € 16, so of course I bought it, delightedly. Only to find a book irregular in quality, something you can expect from a monthly publication, but not from a compilation of the best of a year. Mr Ware might have been too particular in the selection. Or then, the year was not a good one.

Une exécution ordinaire, by Marc Dugain (in the Catalan version: Una execució ordinària). My father lent me this book after seeing a play based on it (Stalin, by J. M. Flotats, which is having great success in Barcelona). To my taste, too much discourse and too little facts.

That's it.

My "good one"? This one, from an "old friend":

Tuesday, December 18, 2007

Wednesday, December 12, 2007

Niemeyer 100

Siempre me han gustado las obras de Oscar Niemeyer, aunque todavía no haya visto de cerca ninguna —sólo de lejos, de muy lejos, desde el Pão de Açúcar, el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói. Y me convertí en admirador del personaje cuando lo vi en un documental en televisión. Me dejó fascinado el modo en que dibujaba curvas, la levedad con que dibujaba curvas en grandes hojas blancas colocadas sobre un atril, en su apartamento de Copacabana. Iba vestido totalmente de blanco, y al tiempo que dibujaba charlaba con voz tranquila y lleno de entusiasmo, de espaldas al entrevistador. Era optimista a pesar de todo, y creo recordar que se refirió mucho a la esperanza que representaban para él los jóvenes. Niemeyer cumple mañana 100 años y continúa trabajando.


Sobre arte y arquitectura

No es el ángulo recto el que me atrae.
Ni la línea recta, dura, inflexible,
creada por el hombre.
Lo que me atrae es la curva libre y sensual.
La curva que encuentro en las montañas
de mi país,
en el curso sinuoso de sus ríos,
en las olas del mar,
en las nubes del cielo,
en el cuerpo de la mujer preferida.
De curvas está hecho todo el Universo.
El universo curvo de Einstein.


Teatro Popular de Niterói, inaugurado este año.

De un trazo nace la arquitectura. Y cuando éste es bonito y crea sorpresa, ésta puede alcanzar, si es bien conducida, el nivel superior de una obra de arte.

La monumentalidad nunca me atemoriza cuando un tema más fuerte la justifica. Al fin y al cabo, lo que ha quedado de la arquitectura han sido las obras monumentales, las que definen el tiempo y la evolución de la técnica. Las que, justas o no desde el punto de vista social, todavía nos conmueven. (...) La belleza imponiéndose a la sensibilidad del hombre.

He buscado la forma nueva y creadora que el hormigón armado sugiere. Descubrirla, multiplicarla, usarla con la técnica más avanzada, crear el espectáculo arquitectónico.

Cuando una forma crea belleza tiene en la belleza su propia justificación.


Edificio Copan, São Paulo.

Ese momento de inspiración surge solamente cuando una idea se impone como raíz de una solución buscada. Lo tuvo Le Corbusier cuando creó el gran arco del proyecto Centrosoyus de Moscú; Picasso, dibujando los croquis del Guernica; Einstein, con la teoría de la relatividad; Manuel Bandeira, al terminar de forma tan bonita sus versos sobre la muerte —"Encontrará labrado el campo, la casa limpia, la mesa puesta, con cada cosa en su lugar".

A quien iba a Brasília le preguntaba si había visto el Congreso Nacional, y luego si le había gustado, si creía que el proyecto era bueno. Por supuesto, podía haberle gustado o no, pero nunca podía decir que ya había visto algo parecido.

Estoy convencido de que un arquitecto no debe limitarse a aprender su trabajo. Debe tener una cultura general, leer a los clásicos, a los escritores contemporáneos, para conocer mejor su ambiente cultural. (...) Siempre he pensado que un arquitecto de talento debe saber dibujar y escribir. No podrá hacer nada grande o bello si no posee esas dos cualidades. La tercera es la imagen; luego, la negación de las reglas.


Complejo de piscinas de Potsdam, Alemania.

No lo sé... Todos mis proyectos han sido hechos con el mayor interés. Pero el proyecto que estoy dibujando para Avilés, en España, tal vez sea uno de los que más me gustan.

Evito juzgar los trabajos de otros arquitectos. Cada uno tiene su arquitectura —debe hacer siempre lo que le gusta, y no aquello que a otros les gustaría que hiciera. De la arquitectura de hoy, lo que me espanta, en términos negativos, es un cierto gusto por la exibición de materiales constructivos más caros.

En la literatura actual, me gusta el predominio de un lenguaje simple, casi oral. Respecto a las artes plásticas... Lo que debe caracterizar una obra de arte es el espanto, la emoción que provoca, y eso yo lo encuentro en muchos artistas contemporáneos.


Oscar Niemeyer en su despacho (curvas al fondo).


Sobre política

Siempre dije en mis conferencias que no daba a la arquitectura mayor importancia, y no había ningún menosprecio en esas palabras. La comparaba a otras cosas ligadas a la vida y al hombre, me refería a la lucha política, a la colaboración que todos debemos a la sociedad, a nuestros hermanos más desfavorecidos. ¿Qué hay de comparable a la lucha por un mundo mejor, sin clases, todos iguales? (...) Es necesario protestar contra la miseria, las injusticias, las desigualdades.

No soy pesimista, soy realista. No quiero ser desagradable y hablar de la vida con el desprecio que ésta merece. Recordar la miseria, la violencia, que crecen por todas partes, y ese futuro sin solución que el destino nos impone. Prefiero pensar que un día la vida será más justa, que los hombres no se mirarán buscándose defectos unos a otros, como tantas veces sucede. Que, al contrario, habrá siempre la idea de que en todos hay un lado bueno, una determinada cualidad a destacar (Lenin decía que un 10% de cualidades ya serían suficientes). Ese día, será con placer que uno procurará ayudar al otro. Prevalecerá la solidaridad —que no existe todavía de un modo general.

En Bolivia y Venezuela el pueblo se está dando cuenta de que puede recibir más apoyo en su lucha contra la pobreza y la discriminación injustificables que el capitalismo ha esparcido por doquier.

Nunca me he callado. Nunca he escondido mi posición de comunista. Los más comprensivos que me conocen como arquitecto saben de mi posición ideológica. Piensan que estoy equivocado y yo pienso lo mismo de ellos. No permito que ninguna ideología interfiera en mis amistades.


Edificio del Congreso, Brasilia.


Sobre Brasil

Me gusta mí país; sus grandezas y miserias; Río, sus playas y montañas; los cariocas, tranquilos y desinhibidos, como si la vida fuera justa y ellos la disfrutaran sin discriminación. ¡Cómo me gusta este inmenso país! El Norte y el Sur. Los más abandonados que huyen de la sequía, sin casa ni comida, marcados por la desesperación; mis hermanos favelados, que ocupan los cerros con sus revueltas. Cómo intento disculparlos cuando la vida los transforma y la justicia de los hombres los cerca, implacable.

El de hoy es un Brasil seguramente más consciente de la urgencia de combatir, con mayor vigor, las más graves desigualdades sociales.

El gobierno de Lula ha estado a favor del pueblo, contra la miseria, la violencia y, principalmente, contra el intervencionismo norteamericano en este país.


Museo Oscar Niemeyer, Curitiba.

(Opiniones extraídas de una entrevista concedida a la Folha de S. Paulo el domingo 9 de diciembre y del sitio web del arquitecto. Fotos de Folha Imagem.)

PS: A mí también me atraen las curvas.

Tuesday, December 11, 2007

Traduções ao português 6 (Paradise, de Bruce Springsteen)



Sábado passado, perto da meia noite, entrando no shopping para ir ao cinema, fui embalado por uma música que demorei uns segundos em identificar. Achei estranho que estivesse tocando, porque não foi um sucesso (não que eu saiba), não era um hit. Mas era minha música preferida do CD pós-onze de setembro de Bruce Springsteen: "Paradise", sobre uma terrorista suicida. Tinha-a esquecido, e gostei de ouvi-la de novo e sentir a mesma emoção.


Onde o rio corre preto
Tiro os livros de tua mochila
Plásticos, cabo e teu beijo
O ar da eternidade em teus lábios

No mercado abarrotado
Vago de uma cara a outra
Prendo o fôlego e fecho os olhos
Prendo o fôlego e fecho os olhos
E espero o paraíso
E espero o paraíso

As colinas de Virgínia ficaram cor castanho
Um outro dia, um outro sol se pondo
Te visito em um outro sonho
Te visito em um outro sonho

Estendo a mão e sinto teu cabelo
Teu cheiro perdura no ar
Acaricio tua cara com as pontas dos dedos
Experimento o vazio em teus lábios
E espero o paraíso
E espero o paraíso

Procuro por ti no outro lado
Onde o rio corre limpo e largo
Até meu coração as aguas sobem
Até meu coração as aguas sobem

Me afundo na água fria e clara
Vou a deriva, desapareço
Te vejo no outro lado
Procuro a paz em teus olhos
Mas estão vazios como o paraíso
Estão tão vazios quanto o paraíso
E subo e quebro as ondas
E sinto o sol na minha cara

Sunday, December 09, 2007

Pieces of a Human Body

Gabriela sent me these disturbing news:

"
Officials of the department of sanitation found three rubbish bags with parts of a human body, Thursday morning, 9:00 A.M., in the bank of the river Guaíba, behind the amphitheater Pôr-do-Sol. Also, two legs were found floating in the river."

That's the place where I go jogging.

I dismissed the news because of the thought that that could not happen to me, because I'm not poor, I don't live in a favela, I'm not into drugs, I don't get into troubles... And, thinking about it now, that is what I found disturbing.

Tuesday, December 04, 2007

Essa gente

(Encontrei um antigo poema:)

É para essa gente,
Para quem a gente quer,
Que a gente escreve.

Thursday, November 29, 2007

Mais um pôr-do-sol no Guaíba (ah!, mas é sempre diferente!)




Daqui a umas horas estarei voando para Barcelona. Se preparem, amigos catalães, que logo estou aí! Se preparem, amigos brasileiros, que daqui a pouco eu volto, não vão se livrar de mim!

Saturday, November 24, 2007

Aborto

E olha esta de uma mulher "anti-aborto" (ou "pró-vida", como eles gostam de serem chamados) em uma carta à Folha:

"Se as pessoas que são a favor do aborto tivessem sido abortadas, hoje teríamos menos gente a favor do extermínio e mais gente a favor do respeito à vida."

Hein?

Aborto elétrico pra ela!


PS: O ministro da Saúde do governo Lula, José Gomes Temporão, a favor da descriminalização do aborto e de tratar o problema como uma questão não ética e sim de saúde pública, é chamado de "ministro da Morte" por pessoas como a assinante da carta.

Cada ano, centenas de mulheres pobres morrem no Brasil em operações de aborto realizadas em condições ruins; cada ano são realizadas centenas de milhares de operações de aborto (segundo a ONU, mais de um milhão); mulheres ricas abortam em clínicas privadas ou em paises onde o aborto é permitido.


...

Wednesday, November 21, 2007

A partida

Quarto exercício do curso de criação literária da Faculdade de Letras da PUCRS. O exercício consistiu em escrever um conto a partir dos dois primeiros parágrafos de "A partida", de Osman Lins. Além de buscar uma possível continuação e finalização da história, procurei respeitar o estilo e o tom.


Hoje, revendo minhas atitudes quando vim embora, reconheço que mudei bastante. Verifico também que estava aflito e que havia um fundo de mágoa ou desespero em minha impaciência. Eu queria deixar minha casa, minha avó e seus cuidados. Estava farto de chegar a horas certas, de ouvir reclamações; de ser vigiado, contemplado, querido. Sim, também a afeição de minha avó incomodava-me. Era quase palpável, quase como um objeto, uma túnica, um paletó justo que eu não pudesse despir.

Ela vivia a comprar-me remédios, a censurar minha falta de modos, a olhar-me, a repetir conselhos que eu já sabia de cor. Era boa demais, intoleravelmente boa e amorosa e justa. Na véspera da viagem, enquanto eu a ajudava a arrumar as coisas na maleta, pensava que no dia seguinte estaria livre e imaginava o amplo mundo no qual iria desafogar-me: passeios, domingos sem missa, trabalho em vez de livros, mulheres nas praias, caras novas. Como tudo era fascinante! Que viesse logo. Que as horas corressem e eu me encontrasse imediatamente na posse de todos esses bens que me aguardavam. Que as horas voassem, voassem!

Aluguei um apartamento longe do centro da cidade, longe da praia. Um apartamento que, ao tudo, tinha o tamanho do quarto na casa que acabava de abandonar. Era bom morar sozinho, cuidar de mim. Não ter de responder a ninguém mais por meus atos, somente a mim. Era revigorante! Sem demorar, já na primeira semana, dediquei-me em corpo e alma a percorrer as agências da cidade, me oferecendo para o trabalho de jornalista, aquele que tanto ansiava. Mulheres bonitas, muito enfeitadas, atenciosas, recusavam invariável e gentilmente meus serviços e me animavam a não desistir. Eu insistia e insistia, e no fim do dia ainda conservava o bom humor, e ficava pensando no dia seguinte enquanto bebia cerveja num boteco perto de casa, da minha nova casa.

Aos poucos cansei-me de sair em busca de emprego, de usar elevadores, de sorrir para jornalistas que, mesmo devolvendo meu sorriso e dirigindo-me algumas palavras amáveis, não tinham interesse real em mim. Então comecei a perambular pelas ruas, e não raro acabava caminhando à beira mar, onde homens e mulheres de corpos jovens e elásticos conversavam deitados na areia, fruindo o sol, bebendo suco, longe da rebentação. Eu, passeando ou sentado num dos bancos da calçada, olhava-os com uma mistura de inveja e desdém, perguntando-me qual era sua ocupação, porque não estavam nesses escritórios dos prédios altos do centro, digitando relatórios, atarefados, subindo e descendo pelo elevador.

Unir-me ao grupo de corpos morenos e lânguidos deitados na praia parecia-me inalcançável, e as portas das fervilhantes redações dos jornais não estavam abertas para mim. Depois de um mês, recebi uma carta da minha avó, que reclamava veladamente do tédio e da solidão encontrados no asilo, na Serra, e interessava-se por minha nova vida, vida “cheia de emoção”. Não percebi ironia nas suas palavras, e deu-me um aperto ver que a velhinha olhava ainda pela minha saúde, que ela sempre pensou que fosse fraca, sem eu ter lhe dado nunca motivos para isso. Provavelmente por causa da morte prematura de meus pais, ela me via como um bicho temerário, um animal sem carapaça abandonado num mundo demasiado incompreensível e cruel.

Meus passeios fizeram-se cada vez mais longos, e roubavam as horas e os dias antes dedicados à busca por trabalho. À falta de oportunidades somou-se uma vontade cada vez menor de me encerrar num escritório, e tive a hilariante sensação de poder viver, quem sabe!, ociosamente para sempre, à imitação daqueles jovens das praias. Familiarizei-me com todos os recantos do meu bairro, e dos bairros da vizinhança, e de alguns morros; só não voltei às ruas e avenidas cinzentas do centro da cidade. Ao anoitecer, conversava com minhas únicas amizades, amigos do boteco: pessoas tão desocupadas quanto eu. E dormia sem pensar no que ia fazer ao acordar.

Quando o dinheiro acabou chegou-me a notícia da morte da minha avó, que partiu sem nunca saber de meu fracasso, embora talvez o suspeitasse, pois tinha me criado e amado e no fundo conhecia-me bem. A oportunidade dessa morte me deixou incomodado, fez-me sentir culpado, embora a notícia não fosse inesperada: minha avó era velha e sofria de uma estranha doença. Fiquei mais apenado ainda por não poder assistir ao enterro, e encontrei uma justificação na minha paupérrima situação econômica. Essa, contra minhas inconfessáveis expectativas, não mudou. A casa havia sido vendida para custear o asilo, e minha avó deixou-me em herança somente três trajes surrados de seu marido, morto antes de eu nascer.

O que eu havia considerado uma liberdade forçada chegou ao fim. Vendi os trajes e todos os pertences que achei que podia dispensar, e o apartamento quedou reduzido a um mero e triste colchão no chão. A partida da velha, minha única parenta, converteu-me em uma pessoa desiludida, conformada, paciente, sem ambição, sem nada: um asceta. Passei fome, estive doente. Era livre, mas que liberdade era essa! Nesse mesmo mês comecei a trabalhar. Durante um ano fui varredor de rua, pedreiro, assistente de mecânico, vigia noturno num armazém de fogos de artifício, vendedor de livros para crianças, aprendiz de cabeleireiro. O dinheiro que ganhei foi pouco, mas minhas despesas não iam além do aluguel e uma comida por dia.

Vejo hoje que a morte de minha avó, cujos cuidados, atenções e afagos tanto me haviam irritado, cujo amor asfixiante me havia levado a tomar a decisão de partir, fez de mim a pessoa que eu achava que eu era quando subi a esse trem. Me dou conta hoje que esses bens difusos, que eu pressentia mas não sabia exatamente quais eram, mulheres?, praias?, fascinantes amizades?, não estavam esperando por mim; que o que encontrei não foi aquilo que eu buscava, só o pareceu, nos primeiros meses, quando a cidade ofereceu-se-me como um oasis, uma ilusão. O que vai ser da minha vida agora, só Deus sabe. Seja! Eu só sei que não vou embora daqui.

Sunday, November 18, 2007

POATV

Nova emissão da TV do Rugê: Porto Alegre Te Vê
Nueva emisión de la TV de Roger: Porto Alegre Te Ve

Segunda parte do programa: "Dança no pátio da Usina do Gasômetro" / "Danza en el patio de la Usina do Gasômetro"

PS: Minha querida Rose, de Salvador, escreve que nem imagina o nome do grupo, mas que a música, que eu também não sabia qual era, é "Eu quero é botar meu bloco na rua", de Sérgio Sampaio. Ela explica que até um tempinho seu carnaval só começava de verdade quando escutava essa música, fosse na rádio ou na rua. E manda a letra da música, que é esta aqui. Obrigadão, Rose!!!

Há quem diga que eu dormi de touca
Que eu perdi a boca, que eu fugi da briga
Que eu caí do galho e que não vi saída
Que eu morri de medo quando o pau quebrou

Há quem diga que eu não sei de nada
Que eu não sou de nada e não peço desculpas
Que eu não tenho culpa, mas que eu dei bobeira
E que Durango Kid quase me pegou

Eu, por mim, queria isso e aquilo
Um quilo mais daquilo, um grilo menos disso
É disso que eu preciso ou não é nada disso
Eu quero todo mundo nesse carnaval...

Eu quero é botar meu bloco na rua
Brincar, botar pra gemer
Eu quero é botar meu bloco na rua
Gingar, pra dar e vender



Saturday, November 17, 2007

POATV

Nova emissão da TV do Rugê: Porto Alegre Te Vê
Nueva emisión de la TV de Roger: Porto Alegre Te Ve

Programa: "Dança no pátio da Usina do Gasômetro" / "Danza en el patio de la Usina do Gasômetro"

PS: Se alguém souber o nome do grupo, por favor informe.

Wednesday, November 14, 2007

Armas

Vuelvo al tema. O no sé, no sé si vuelvo porque quizás en su día no lo traté. Puede ser que estuviera demasiado estupefacto como para tratarlo. En octubre de 2005 el gobierno Lula realizó un referendum para prohibir la comercialización de armas de fuego en todo el país (estoy preparando una lista con todo lo que el gobierno Lula ha hecho y está haciendo bien, a pesar de lo que digan las clases A y B). El resultado fue desalentador (y, en el caso de la región Sur, donde yo estoy, para mí, vergonzoso): el 64% votó contra la prohibición, es decir, a favor de poder seguir comprando armas (en el Sur, el 80%). De nada sirvieron mis intentos de convencer a personas cercanas de que las armas que acababan en manos de criminales eran al principio compradas legalmente; ni éste, ni otros argumentos más de sentido común (más armas, más muertos). Sólo me consoló (consuelo estúpido) que algunos escritores y músicos a quienes admiro opinaran como yo, y que también opinara como yo uno de los amigos más cultos de Gabriela (¡sólo uno!). Pero eso es cosa del pasado.

Vuelvo al tema porque hoy sale en los periódicos que irá a votación en el Congreso una propuesta para flexibilizar todavía más la venta de armas. Voy a escribir el nombre de ese señor aquí (él es el principal impulsor de la propuesta, no el único: a su lado están otros 20 diputados). El diputado gaucho (¡cómo no!) Pompeo de Mattos, del PDT, propone que se exima a los compradores de escopetas del examen psicológico y técnico; que se amplíe de tres a cinco el plazo de vigencia del registro de un arma; que se reduzca el número de documentos necesarios para el registro, como la comprobación de que no se está respondiendo a una investigación policial o a un proceso criminal (es serio, no me lo estoy inventando: edición del periódico Zero Hora de hoy).

Integrantes del Movimiento Viva Rio, que trabaja en las favelas de Río de Janeiro, ya están en Brasilia para intentar convencer a los diputados de que voten en contra de la propuesta, pero probablemente fracasarán, como fracasaron con ocasión del referendum de 2005. Fracasarán, y Río de Janeiro, junto con el resto de grandes capitales del país, seguirá presentando números de muertes violentas propios de los países en guerra civil. Porque Brasil vive de facto una guerra civil. Si no, que se lo pregunten a los cariocas de la periferia de Río que cada día van a trabajar al centro o a la zona sur y vuelven a casa arriesgando sus vidas bajo lluvias de balas (revista Piauí, edición del mes de septiembre, testimonio de un joven dependiente del supermercado Zona Sul de la plaza General Osório, Ipanema -al que yo iba cuando viví en casa de Isabel).

Pra frente, Brasil!

Saturday, November 10, 2007

El niño araña



El niño de la foto, llamado Riquelme (gran Riquelme, ya me cae simpático; tengo que escribir un día sobre los niños latinoamericanos llamados Suarzeneguer, JFK, etc.) Wesley dos Santos, de cinco años, salvó ayer a un "bebé de un año y diez meses" (¿bebé o niño pequeño?) sacándolo, o sacándola, porque es niña, de su casa, que estaba siendo "consumida por el fuego" (sinónimo de "siendo pasto de las llamas"). (En fin, los periodistas con su lenguaje...) Sucedió en Santa Catarina, Estado al norte de Rio Grande do Sul, y la casa se quemó casi totalmente: barrio pobre, casa de madera. El caso es que la madre de la niña se puso a gritar, y Riquelme, que estaba jugando ahí al lado vestido de hombre araña, le dijo que se tranquilizara que él salvaría a su hija. Se metió dentro de la casa (de la que la madre había tenido que salir, porque estaba realmente ardiendo), agarró a la niña por la pierna y la sacó de allí. Los bomberos llegaron tarde. Preguntaron al niño si no tuvo miedo, y éste contestó:

- Claro que no. El hombre araña es fuerte y no tiene miedo de nada.

Ahora el niño de cinco años es un héroe nacional, pero alguien debería quitarle el disfraz, si no no va a llegar a cumplir los 15.

Traduccions de Brasil 38 (Alguns toureiros, de João Cabral de Melo Neto)

Como tantos poetas latinoamericanos, João Cabral de Melo Neto fue también diplomático. Vivió en Madrid, Sevilla, Barcelona (editó libros con Joan Miró), Cádiz, Marsella, Lisboa, Porto, Ginebra, Londres, Quito, Asunción, Dakar. Pero de todos estos lugares, dos le acompañaron siempre y marcaron su poesía. Escribe en Autocrítica: "Só duas coisas conseguiram / (des)ferí-lo até a poesia: / o Pernambuco, de onde veio / e aonde foi, Andaluzia. / Um o vacinou do falar rico / e deu-lhe a outra, fêmea e viva, / desafio demente: em verso / dar a ver Sertão e Sevilha."

(Los antitaurinos pueden leer este poema, porque trata del arte de escribir poemas.)


Yo vi a Manolo González
y Pepe Luís, de Sevilla:
precisión dulce de flor,
graciosa, pero precisa.

Vi también a Julio Aparicio,
de Madrid, como Parrita,
ciencia fácil de flor,
espontánea, pero estricta.

Vi a Miguel Báez, Litri,
del confín de Andalucía,
que cultivaba otra flor
angustiosa y explosiva.

Y también a Antonio Ordoñez
que cultiva flor antigua:
perfume de encaje viejo
de flor en libro dormida.

Pero vi a Manuel Rodríguez,
Manolete, el más desierto,
el torero más agudo
más mineral y despierto,

el de nervios de madera,
de puños secos de fibra,
el de figura de leña,
leña seca de catinga,

el que a la tragedia dio número
al vértigo, geometría
decimales a la emoción
y al susto, peso y medida.

Sí, vi a Manuel Rodríguez,
Manolete, el más asceta,
no sólo cultivar su flor
sino demostrar a los poetas:

cómo dominar la explosión
con mano serena y contenida,
sin dejar que se derrame
la flor que trae escondida,

y cómo, entonces, trabajarla
con mano cierta, poca y extrema:
sin perfumar su flor,
sin poetizar su poema.

Thursday, November 08, 2007

De la vida a la novela a la vida...

En la TV Cultura están entrevistando a un "ex presidiário/escritor". El hombre cuenta que estuvo encerrado en una celda "fuerte": con una placa de acero en la ventana, sólo con agujeritos para dejar pasar el aire, y entrada cerrada, también de acero, con una mirilla para el vigía y una trampilla para pasar la comida. Dice que no tenía nada, que no podía fumar, que no podía hablar con nadie; que se desesperaba, se estaba volviendo loco. Hasta que descubrió que, a través del retrete, podía comunicarse con otro recluso, alguien que estaba en la celda de enfrente. Cuenta que ese recluso -que luego, después de 30 años de prisión, volvió a robar y murió de un tiro de un policía- fue una de las personas más importantes de su vida. Dice que era poeta, leía mucho, y ya llevaba seis años encerrado. Así, ambos empezaron a usar los retretes como teléfono. Cuando el vigía apagaba la luz y se retiraba, ellos tiraban de las descargas y empezaban a conversar, con la cabeza metida en el vaso. El recluso antiguo empezó a contarle historias. Le contó Los miserables, de Victor Hugo. Cada noche un poquito. (Cuando al cabo de un año salió de la celda "fuerte", el amigo le dio una lista con los libros que podía encontrar en la biblioteca de la prisión y que le podían gustar; y le ayudó a escribir unas cartas para su madre.)

La historia me dejó maravillado porque es la misma -y más interesante todavía, más excepcional, más dura...- que Manuel Puig cuenta en El beso de la mujer araña, novela sobre las películas que el preso más viejo, homosexual, intelectual, cuenta al preso más joven, revolucionario, poco interesado en la cultura, para sobrevivir en la prisión, en Buenos Aires.

Wednesday, November 07, 2007

Traduccions de Brasil 37 (parte de la poesía Os três mal-amados, de João Cabral de Melo Neto)

El amor comió mi nombre, mi identidad, mi retrato. El amor comió mi certificado de nacimiento, mi genealogía, mi dirección. El amor comió mis tarjetas de visita. El amor vino y comió todos los papeles en que yo había escrito mi nombre.

El amor comió mis ropas, mis pañuelos, mis camisas. El amor comió metros y metros de corbatas. El amor comió la medida de mis trajes, el número de mis zapatos, el tamaño de mis sombreros. El amor comió mi altura, mi peso, el color de mis ojos y de mis cabellos.

El amor comió mis remedios, mis recetas médicas, mis dietas. Comió mis aspirinas, mis resonancias magnéticas, mis rayos x. Comió mis tests mentales, mis exámenes de orina.

El amor comió en la estantería todos mis libros de poesía. Comió en mis libros de prosa las citas en verso. Comió en el diccionario las palabras que podrían juntarse en versos.

Hambriento, el amor devoró los utensilios de mi uso: peine, navaja, cepillos, tijeras de uñas. Todavía hambriento, el amor devoró el uso de mis utensilios, mis baños fríos, la ópera cantada en la ducha, el pequeño calentador de gas que parecía una fábrica.

El amor comió las frutas puestas sobre la mesa. Bebió el agua de los vasos y de las cisternas. Comió el pan escondido a propósito. Bebió las lágrimas de los ojos que, nadie lo sabía, estaban llenos de agua.

El amor volvió para comer los papeles en que irreflexivamente yo volví a escribir mi nombre.

El amor royó mi infancia, los dedos sucios de tinta, cabellos cayendo sobre los ojos, botas nunca embetunadas. El amor royó al niño esquivo, siempre en los rincones, y que rayaba los libros, mordía el lápiz, andaba por la calle chutando piedras. Royó las conversaciones, al lado de la bomba de gasolina de la plaza, con los primos que lo sabían todo sobre los pájaros, sobre una mujer, sobre marcas de automóvil.

El amor comió mi Estado y mi ciudad. Drenó el agua muerta de los manglares, abolió la marea. Comió los manglares rizados y de hojas duras, comió el verde ácido de las plantas de caña que cubrían los cerros regulares, cortados por las barreras, por el trencito negro, por las chimeneas. Comió el olor de caña cortada y el olor de mar. Comió hasta las cosas que me desesperaban por no poder hablar de ellas en verso.

El amor comió hasta los días todavía no anunciados en las hojas de calendario. Comió los minutos de adelanto de mi reloj, los años que las líneas de mi mano aseguraban. Comió al futuro gran atleta, al futuro gran poeta. Comió los futuros viajes alrededor de la tierra, las futuras estanterías alrededor de la sala.

El amor comió mi paz y mi guerra. Mi día y mi noche. Mi invierno y mi verano. Comió mi silencio, mi dolor de cabeza, mi miedo de la muerte.

Thursday, November 01, 2007

Uma canoa, um rio

Muito bem. Finalmente resolvi postar o conto que escrevi a semana passada e que hoje recebi de volta do professor.

Terceiro exercício do curso de criação literária da Faculdade de Letras da PUCRS. Estrutura inversa.


Para Gabriela.


Era uma vez uma mãe que levou um filho a uma bienal.
- Mamãe, o que é uma bienal? - o filho tinha perguntado.
- Uma bienal é um lugar cheio de obras esquisitas e modernas. Que nem um museu, só que muito mais divertido - explicou a mãe. - Você sabe o que é, moderno?

Mãe e filho chegaram a um dos armazéns que sediavam a bienal e encaminharam-se para um espaço chamado "Terceira margem". Era domingo, de manhã cedo, e, excetuando duas mediadoras, não havia ninguém mais.
- Olha - falou a mãe, chamando a atenção do filho para umas letras pretas, grandes, coladas numa parede branca.

A mãe leu devagar:
- O que aconteceria se...? Uma família aparentemente comum: um pai, uma mãe, um casal de filhos. Uma canoa. Um rio. Um pedaço qualquer do mundo. O que aconteceria se o pai entrasse de repente na canoa e não saísse, nunca mais?

A mãe olhou para o filho com os olhos bem abertos, a boca meio aberta também. O filho, quieto, continuava a olhar as letras pretas.
- O que aconteceria?
Do lado, na mesma parede, havia, penduradas em cordéis, que nem roupa a secar, filas de folhas escritas por crianças.

A mãe pegou a primeira e leu:
- "A família ficaria desnorteada e pensaria que foi castigo por alguma coisa". Você acha que foi castigo, filho?
O filho encolheu os ombros. A mãe leu outra folha:
- "O pai subiu na canoa em desespero por suas dívidas mensais".
E outra:
- "Joaninha, a filha mais velha, falou: Mãe, o pai enlouqueceu! Entrou na canoa, diz que de lá não sai nunca mais!".

- O que é enlouqueceu? - perguntou o filho.
- Enlouquecer é virar louco - respondeu a mãe. - Você acha que o homem da canoa enlouqueceu?
O filho olhou para ela pensativo, e falou:
- Não acho.
- Então o que lhe aconteceu?
O filho levantou os braços no ar:
- Não sei!
- Hmmm... Sabe que eu acho que eu sei?
- Sabe?
- Quer saber?
- Quero!
E mãe e filho sentaram-se em dois cubos pretos que não pareciam cadeiras.

Era uma vez um pai..., começou a mãe. E parou. Mas vamos começar pelo final, disse. O pai, que se chamava Alcindo, alimentava-se daquilo que a filha mais velha, Joaninha, deixava-lhe cada dia à margem do rio. Mas Alcindo tinha esquecido o nome da filha. Havia muito tempo não falava com ninguém, pois morava no meio do rio. E tinha esquecido todos os nomes, inclusive o seu.
O filho interrompeu-a:
- Que nem o vovô?
Que nem o avô.

Joaninha vivia sozinha na casa da beira do rio. O irmão havia casado e morava na cidade, e a mãe havia ido morar com ele anos depois de que o pai, segundo ela, enlouquecera.
- Mas ele não enlouqueceu...! - protestou o filho.
Nós sabemos isso, falou a mãe. Mas, sabe que o próprio Alcindo às vezes acreditava que sim?

Um dia, de manhã, Alcindo desceu à cozinha, onde a mulher estava. Reconheceu os cabelos e a roupa colorida dela, mas a cara, ele pensou, não era exatamente a cara de sua mulher. Assustado, saiu de casa, foi para a roça e não voltou até o anoitecer.
- E então foi para o rio? - perguntou o filho.
Escuta.

Alcindo desconfiava que isso fosse acontecer. Meses atrás, havia chamado a mulher de Maria, de Joaquina, de Noélia e de Lúcia, sendo que o nome dela, eu não lhe contei, era Isabel.
- Que nem o vovô faz comigo! - riu o filho.
É. Contigo e comigo. Nesse momento Isabel riu, como você está rindo. Achou que fosse uma piadinha do marido. Alcindo sorriu, mas logo subiu ao seu quarto e chorou.

Outras vezes ele esquecia o que fazia. Um ano antes do que acabei de contar, estando na roça, na pequena horta da família, foi pegar uma enxada no depósito. Queria cavar a terra e plantar berinjelas. Mas então, com a enxada na mão, não soube para que a precisava. E ficou lá no escuro, olhando uma atrás da outra o resto de ferramentas penduradas. Esse tipo de esquecimentos lhe aconteciam igualmente em casa.
- Eu esqueço coisas também.
Você é distraído, filho, sorriu a mãe. E adicionou: Todo o mundo esquece. É normal.

Não era a primeira vez. Alcindo adorava cuidar da horta e passear na roça, só que já não o fazia com a alegria habitual, porque não se lembrava dos nomes dos pássaros e das árvores. Para não esquecê-los, ideou uma estratégia: joão de barro para ele virou jô, muito mais fácil, bentevi virou bi. Os jequitibás converteram-se em ibás. E encurtou seu próprio nome para Al. Foi nessa época que mandou construir a canoa.

A estratégia era inteligente, serviu-lhe durante muitos meses. Mas depois aconteceu o que contei. E no dia em que não reconheceu a mulher, levou a cabo o que havia começado a planejar tanto tempo atrás, quando esqueceu para sempre o nome de todas as árvores. Despediu-se da mulher, despediu-se da filha, e remou até o meio do rio na canoa que havia mandado construir.

- E o que lhe aconteceu?
Ficou lá no meio do rio, longe e perto da família, e não voltou a falar. À noite, recolhia a comida que Joaninha, às escondidas da mãe, deixava à margem do rio. Isabel, que nada entendia, desesperou-se e acabou indo morar com o filho. Al, quando as águas cresciam, amarrava a canoa no toco duma árvore, numa ilha.
- Mas o que lhe aconteceu?

Um dia, quando já tinha esquecido quem era Joaninha, esqueceu também seu propósito. As águas baixavam tranqüilas, a canoa quase não se mexia, e Al olhou os remos estranhado. Não sabia o que eram, nem para que serviam. E as mãos dele, ao mesmo tempo, também perderam a força necessária para sustê-los. Deixou-os cair. Encolheu-se no fundo da canoa, que nem um bebê, deixou que o rio o levasse.
- Foi para o mar?
Foi levado suavemente até o mar.

Mãe e filho viram também - e nessa hora o armazém já estava cheio - uma longa parede pintada de verde e azul, representando a cor da terra e a cor do céu, que para os índios que moram perto do rio Uruguai são uma cor só. Depois, na loja de lembranças da bienal, compraram uma xícara. Saíram do armazém ao meio-dia.

Caminharam pela rua da Praia, subiram a rua General Bento Martins. Passaram pela confeitaria para recolher uma torta de maracujá. Aos domingos era costume almoçar na casa dos avós. Ele, homem alto, recebeu-os no portão. Deu dois beijos na filha e apertou a bochecha do neto. Chamou-os de Cristina e de Daniel. Que não eram exatamente seus verdadeiros nomes.

Wednesday, October 31, 2007

:(

Em português: A Gabriela e eu acabamos, mas eu fico em Porto Alegre.


Aquest és un blog sobre la meva estada al Brasil.

Intento no explicar-hi coses molt personals, o almenys no directament.

Però vaig venir aquí a Porto Alegre per la Gabriela, i he estat amb ella aquests dos anys i mig.

Ara s'ha acabat. Fa dues setmanes vaig escriure un post semblant i després el vaig esborrar.

Aquest no l'esborraré, és part de la meva estada al Brasil. Amb la Gabriela s'ha acabat, i jo en principi continuaré aquí.

Si el Pasqual Maragall pot lluitar contra l'Alzheimer, i si tantes persones lluiten contra tantes coses greus, jo puc lluitar contra la tristesa que deixa el final d'una relació.

Demà tinc classe d'escriptura creativa -i el professor elogiarà el conte que li vaig donar la setmana passada, que no vaig penjar aquí perquè el vull enviar a una editorial- i el dia 9 de novembre tinc l'examen d'accés al màster de literatura.

Un petó.

Esto no es un cuadro de Edward Hopper




Es una foto "robada" del blog de un brasileño que vive en Estados Unidos e hizo un viaje a Nueva Escocia (Canadá).

Monday, October 29, 2007

El niño con el pijama de rayas

Hoy haré una cosa un poco rara. Traduciré y publicaré una crítica literaria que me ha mandado mi hermano Oriol. 1) Porque hace tiempo que no publico ninguna reseña o crítica (la última fue la de El mundo según Garp; no es que no lea, es que estoy leyendo libros muuuuy aburridos, de teoría literaria -"ninguém merece", como se dice en portugués). 2) Porque es divertida. 3) Porque mi hermano Oriol no tiene lista todavía su propia página web (dice que será un bombazo), y es una pena que sus críticas se pierdan. 4) Porque es necesario evitar que otras personas caigan en el error de leer este libro (mi hermano es un lector experimentado; sinceramente, no sé qué le ha pasado). 5) Porque es una crítica agresiva, irritada. Hay gente a quien no le gusta que escriba posts irritados; aquí, mi hermano se irrita por mí. 6) Para sorprender e irritar a mi hermano, a quien no he pedido permiso para reproducir nada (a Ronaldo se lo pedí, claro que sí). Aprovecho para hacer un llamamiento a Maria de Suecia: vuelve a escribir reseñas, por favor! ;)



La semana pasada leí un best-seller llamado El niño con el pijama de rayas. Leí en el periódico que estaba muy bien, que era un éxito y que había sido traducido a mil lenguas, pero a mi me pareció una mierda. El periódico decía que era súper original (de hecho en la contraportada no hay sinopsis porque dicen que la historia es tan original que no se puede revelar nada), y en realidad es el libro más previsible que he leído en un montón de años (creo que no hay sinopsis porque si la hubiera ya se sabría toda la historia). Además, es un libro mentiroso (el personaje es un niño de 9 años que cuando al autor le conviene se comporta como un pequeño subnormal y cuando al autor le conviene habla y piensa como un premio Nobel de Literatura), es evidente, de tema y desenlace fácil y lleno de tópicos y bromas fáciles. En lo único que no mentía la crítica es en que se lee rápido (2 días), pero es que si no lo habría dejado a la mitad. En definitiva: una vez más pensé en lo mal que está la gente y en cómo son las más grandes mierdas las que la gente considera grandes obras. Desastroso. Cualquier cuento de cualquier alumno de tu clase exige más que esta novela.


PS: Luego mi hermano habla de "cruzar genéticamente un elefante con una mantis religiosa y metérsela por el culo a algunos críticos", pero se refiere a críticos de cine. (Aquí detecto un trauma con la película Elephant, de Gus Van Sant.)

PPS: Y este post que no he escrito yo es el número 200.

Traduccions de Brasil 36 (Belo Belo, de Manuel Bandeira)

Bello bello bello,
Tengo todo cuanto quiero

Tengo el fuego de constelaciones extintas hace milenios.
Y el riesgo brevísimo —¿qué fue? pasó— de tantas estrellas candentes.

La aurora se apaga,
Y guardo las lágrimas más puras de la aurora.

El día llega, y día adentro
Continúo poseyendo el gran secreto de la noche.

Bello bello bello
Tengo todo cuanto quiero

No quiero el éxtasis ni los tormentos.
No quiero lo que la tierra sólo da con trabajo.

Las dádivas de los ángeles son inaprovechables:
Los ángeles no comprenden a los hombres.

No quiero amar,
No quiero ser amado.
No quiero combatir,
No quiero ser soldado.

— Quiero la delicia de poder sentir las cosas más simples.

Saturday, October 27, 2007

Cómics o histórias em quadrinhos

Mi amigo Ronaldo y yo, además del amor por los libros, compartimos la afición por los cómics, que en portugués se llaman "histórias em quadrinhos", o "HQ".

Ronaldo escribe:

Muy de mañana fui a caminar por la playa. Más tarde, fui a la biblioteca a leer cómics. La sección que más me gusta es la de Infantil, porque ahí no hay terroristas, traficantes, policías, políticos, robos, etc.; ahí hay héroes derrotando a villanos, fantasía, tonterías, color y más tonterías. Eso me encanta, y echaba de menos las bibliotecas, sobre todo ésta de Rio Vermelho, que tiene vistas al mar. Aquí cargo las baterías, algunas historias me recuerdan mi infancia. ¡Son tan infantiles, pero taaaan divertidas! Me paso horas leyéndolas...

Luego Ronaldo cuenta su "lucha" con los niños que quieren quitarle las revistas de HQ:

Odio cuando viene un niño a quitarme las revistas de la mesa, las que he separado. ¿No ve que estoy leyendo? ¡Las que no estoy leyendo las voy a leer! ¡Que cojan otras o vengan más temprano! HAHAHA!

Jorge Coli, (gran) crítico de arte de la Folha de S. Paulo, escribió un día algo así:

Mi página preferida del periódico es la penúltima del cuaderno "Ilustrada": ahí es donde están los quadrinhos.

A mí siempre me han gustado los cómics. Y cada día me da un gran placer leer esa penúltima página. No leo las tiras de Garfield o de Hagar, porque tienen poca gracia al lado de las de sus compañeros brasileños: Angeli, Laerte, Glauco, Adão Iturrasgarai, Fernando Gonsales, Caco Galhardo, Alan Sieber... Son todos unos monstruos.

Friday, October 26, 2007

Sobre a revista Veja

(Continuo com minha heróica e mesopotâmica campanha "Morte à revista Veja". Carta enviada ao jornal Zero Hora. Se não for publicada, ao menos ficará aqui.)

Quero agradecer a David Coimbra seu artigo sobre a revista Veja, a revista mais lida e, segundo minha opinião, mais reacionária do Brasil. A semana passada, distorcendo a imagem do Che Guevara segundo as receitas da direita mais ultra. Esta semana, relativizando o cambio climático dum jeito que até o próprio George W. Bush deixou de fazer. A revista está prejudicando muito o bom jornalismo do país. Cheguei ao Brasil em 2003, e adorei a revista. Agora, quatro anos depois, quando vejo essas capas nas bancas de jornais sinto nojo. Só não concordo com David Coimbra quando exime de culpa a articulistas como Diogo Mainardi. Escrever numa seção de opinião não dá direito a caluniar e difamar, ou a apresentar opiniões questionáveis como fatos comprovados. É verdade que esse articulista já perdeu vários casos na justiça, mas continua lá, ajudando à revista Veja a ser cada vez pior.

Artigo de David Coimbra na Zero Hora (26/10/07)

We Really Should Do These Things More Often


Reuters


75.759 - 82.542 documented civilian deaths from violence

(Irak Body Count, October 25, 2007)

Wednesday, October 24, 2007

Uma canoa. Um rio

Terceiro exercício do curso de criação literária da Faculdade de Letras da PUCRS. Estrutura inversa.


(Aquest, si algú el vol li envio. :o)

Sunday, October 21, 2007

Macô




O grande Ronaldo me dedicou esta música do Chico Science e a Nação Zumbi.

Estribillo:

Cadê Roger, Cadê Roger, Cadê Roger, Ô!
(Dónde está Roger, Dónde está Roger, Dónde está Roger oh!)

Obrigadérrimo amigo.

Estou aqui no Sul, mas perto da Bahia.

:(


Programa "No em ratllis" (TV3, 21/03/07)


Pasqual Maragall anuncia que padece Alzheimer

El ex presidente de la Generalitat muestra su voluntad de luchar contra la enfermedad

(El País, 20/10/07)

(Artículo de Jordi Sánchez sobre Maragall.)

"Algunos pronostican que en cinco años aparecerán las primeros fármacos contra dianas terapéuticas específicas. (...) Se sabe que el proceso se inicia, tal vez décadas antes del primer olvido, con una acumulación anormal de una proteína presente en el cerebro, la beta amiloide. Estas acumulaciones interfieren con la comunicación entre neuronas y acaban afectando también a su propia estructura, propiciando la formación de unos ovillos neurofibrilares que acaban provocando su propia muerte. (...) Hay tres genes cuya mutación altera el metabolismo de la proteína amieloide. De modo que, si no la causa, esta proteína es una clara diana terapéutica sobre las que se investigan en estos momentos decenas de fármacos." (Reportaje completo sobre el Alzheimer.)

Friday, October 19, 2007

The American War

(Aquest post és per la Montse, que se'n va al Vietnam.)

Harrell Fletcher, artista nord-americà, té una obra a la 6a Bienal del Mercosur, que s'està celebrant a Porto Alegre, consistent en la reproducció d'un museu sobre la Guerra del Vietnam -els vietnamites l'anomenen "Guerra Americana"- que hi ha a Ho Chi Minh. Ell era de viatge al país, i un nadiu va aconsellar-li que visités el petit museu. Va veure fotos de les atrocitats comeses pels soldats americans, moltes de les quals no havia vist mai, va quedar impressionat i va decidir fer fotos de les fotos. L'obra ara és aquí a Porto Alegre, però, coincidint amb la guerra d'Iraq, ha circulat i continuarà circulant per pobles i ciutats d'Estats Units. Les fotos estan col·locades en una sala blanca, de la mida d'una habitació, amb una única porta amb cortina. A la sala només hi pot haver un determinat nombre de persones alhora, i les preciositats que vigilen l'entrada, curiosament, barren el pas als nens petits (no volen que vegin de què són capaços els papes).

Passin i vegin, The American War.

Wednesday, October 17, 2007

Some wisdom from Hamlet

Hamlet és un dels llibres que estic llegint per l'examen d'accés al màster de literatura.

Abans de les frases sàvies, una curiositat. Pels catalans (Visca Catalunya! <-amb la mà al pit). Cul de sac no és l'única expressió catalana incorporada per la llengua de Shakespeare -mai més ben dit. Vet-ho aquí una altra:

Quan Horatius explica a Hamlet que ha vist el fantasma del seu pare -del pare de Hamlet-, diu el següent:

Two nights together had these gentlemen
(Marcellus and Bernardo) on their watch
In the dead vast and middle of the night
Been thus encountered. A figure like your father
Armed at point exactly, cap-a-pe,
Appears before them and with solemn march
Goes slow and stately by them.

CAP-A-PE!?!?!?!?!?


Look your character. Give your thoughts no tongue,
Nor any unproportioned thought his act.

(...)

Those friends you have, and their adoption tried,
Grapple them unto your soul with hoops of steel.

(...)

Give every man your ear, but few your voice;
Take each man's censure, but reserve your judgement.

(...)

Costly your habit as your purse can buy,
But not expressed in fancy; rich, not gaudy.

(...)

This above all- to your own self be true,
And it must follow, as the night the day,
You can not then be false to any man.


(Polonius: Act I, Scene III)

Tuesday, October 16, 2007

Cecília Meireles, Cântico IV

Tú tienes un miedo:
Acabar.

No ves que se acaba cada día.
Que mueres en el Amor.
En la Tristeza.
En la Duda.
En el Deseo.

Que te renuevas cada día.
En el Amor.
En la Tristeza.
En la Duda.
En el Deseo.

Que eres siempre otro.
Que eres siempre el mismo.
Que morirás por edades inmensas.
Hasta no tener miedo de morir.

Y así serás Eterno.

Caray, caray

Mira, como en Brasil, donde de cada 10 reales recaudados en impuestos, 2 se pierden en corrupción...

"Pasqual Maragall se quedó muy corto cuando en febrero de 2005 acusó a CiU de cobrar comisiones del 3% en las obras públicas que contrataba. Un juez de Barcelona considera que en 2003 un constructor pagó comisiones del 20% cuando trabajó para Adigsa, una empresa de la Generalitat de Cataluña que rehabilita viviendas sociales. Todos los directivos de Adigsa de aquella época están a un paso de sentarse en el banquillo después de que el juez les haya acusado de malversación de caudales públicos, fraude, tráfico de influencias, prevaricación y falsedad en documento oficial y mercantil."

Monday, October 15, 2007

Tropa de elite 2

Más sobre Tropa de elite (la película se estrenó el fin de semana pasado con más éxito de público que, en su día, Ciudad de Dios; recibió excelentes críticas y, más allá de lo cinematográfico, está teniendo mucha repercusión en todos los medios de comunicación: parece que todo el mundo tiene algo que decir sobre el tema tratado y sobre cómo es tratado).

(La película trata de la lucha contra el tráfico de drogas en Río de Janeiro: sobre los policías corruptos; sobre el Batallón de Operaciones Especiales, un cuerpo de élite, en principio incorruptible, que no duda en usar cualquier método -tortura, etc.- en esa guerra particular; sobre los traumas del capitán del batallón; sobre los pijos consumidores de drogas; etc. -todos los elementos del conflicto aparecen de un modo u otro en la película.)

Primero, un comentario agudo y turbador (me afecta a mí, por ejemplo) del psicólogo Contardo Calligaris sobre el sentimiento de culpa -culpa social. Segundo, un diálogo surrealista entre el director de la película, José Padilha, y un grupo de periodistas, tras el estreno de la película en el Festival de cine de Río.

Calligaris empieza afirmando que la simpatía por el crimen y la antipatía por la policía que sienten algunos miembros de las clases privilegiadas nacen de un fuerte sentimiento de culpa, y se pregunta si ese sentimiento de culpa social es beneficioso o no. En principio, el sentimiento de culpa debería llevar a la acción. Pues el psicólogo argumenta que no, nada de eso. Dice que la culpa no produce acción, sino descargo. "Nos sentimos autorizados a hacer poco o nada para que la situación cambie porque el sufrimiento de nuestra conciencia nos absuelve. Disfrutamos de muchos privilegios, pero sufrimos un gran sentimiento de culpa, y, así, la culpa que sentimos nos dispensa de tener que hacer algo."


Periodista 1: El Capitán Nascimento, con quien el público se identifica y a quien el público aplaude, es un psicópata torturador. ¿El señor ha hecho una película fascista?

Director: No. La película no juzga al Capitán Nascimento. Muestra sus métodos y los de su batallón, cómo se comportan en cada circunstancia.

Periodista 2: Las escenas y los diálogos se suceden a un ritmo veloz, no se da tiempo al espectador para pensar. ¿Eso no hace de Tropa de elite una película fascista?

Director: Esa forma me pareció adecuada para contar la historia. La película cuenta una historia. La intención es que el espectador reflexione después.

Periodista 3: Pero esa banda sonora, ruidosa y agresiva, ¿no cree que impide pensar y es propia de un tipo de cine fascista?

Director: Mire, esa es la música que, precisamente, escuchan esos policías durante los entrenamientos...

El mismo periodista: Pero es fascista, el rock es fascista...

Director: ¿El rock es fascista?

Periodista 4: Bien, ¿y el rap de los títulos de crédito? Eso SÍ que impide reflexionar, ¡eso huele a fascismo!

Director: La letra es contra la injusticia y contra la violencia pol... ¡ESTÁ BIEN, JODIDOS, HE HECHO UNA PELÍCULA FASCISTA!

...

Periodista 5 (portugués): ¿Qué les pasa a estos periodistas de Brasil?


(Continuará.)

Saturday, October 13, 2007

El mayor espectáculo del mundo

Para el hombre, el cuerpo de la mujer
Para la mujer, el hijo recién nacido
Para el solitario, la puesta de sol
O el firmamento

Una mirada extranjera a la orilla del río Guaíba

Podría haber escrito este artículo yo. Quiero decir: debería haber escrito algo parecido a esto yo. Al fin y al cabo, estoy en Porto Alegre desde hace... ¿dos años y medio?, ¿tres? He escrito poco sobre la ciudad. Para mí, no hay nada tan bonito en Porto Alegre como los viejos almacenes del puerto. O como, en general, la fachada fluvial (vivo en el Centro, ente otras cosas, para estar cerca del río). Y el edificio de Álvaro Siza me deja maravillado cada vez que lo veo desde el coche, yendo a comer a casa de Cristina (tía de Gabriela). Está a la orilla del río. El aaaaancho río. Tan ancho que muchos, a pesar de la decisión final tomada hace unos años por los geógrafos, siguen llamándole lago, lago Guaíba. Me gustan, como a este visitante que sí que escribió un artículo, las calles del centro de la ciudad, que son las más populares, populosas y vitales. Y, como a él, me impresiona la vida cultural de la ciudad. Si Río es la ciudad maravillosa, y São Paulo la ciudad de los negocios (y donde se cuece la política), y Salvador la más musical, Porto Alegre debería ser nombrada capital cultural de Brasil. La Bienal del Mercosur coincidió con el Festival de Teatro; la Bienal continúa, y empieza la Feria del Libro; ciclos de conferencias se solapan unos a otros en las facultades y los centros culturales; ciclos de cine de autor y conciertos gratis se organizan semanalmente en distintos lugares. Y hay saraus literarios (tengo que describir estas fiestas, que creo que ya no existen en Europa, en que profesores, locutores de radio y músicos recitan buenos textos y tocan canciones); y hasta rodas de samba. Quiero escribir más sobre todo esto, pero de momento traduzco lo que dijo este urbanista norteamericano. Leer el reportaje me llenó de ilusión, como si Porto Alegre fuera mi ciudad. (Las fotos, al menos, son mías. Agradezco a Ramon y a Gabriela el haberme enseñado a tirarlas con un poco de gracia.) (Bueno, la de la puesta de sol es de Lúcia, y la del Parque Marinha, de Gabriela -ese día yo no estaba para tirar fotos: fue el primer día que salí del hospital; me subieron al Millenium Flat para que viera lo bonito que es el mundo.)


Una mirada extranjera a la orilla del río Guaíba

Opiniones de Charles B. Duff, responsable de la revitalización del puerto y los barrios históricos de Baltimore, Maryland, recogidas por Clarisa Ciarelli, del periódico Zero Hora.

No había oído hablar de Porto Alegre. Peor para mí. La ciudad es maravillosa. Y, fácilmente, podría serlo todavía más.

Podría tener uno de los paseos más bonitos del mundo. En parte, por la belleza del río Guaíba. Me entusiasmaron el color y la textura del agua, la calidad de la luz en los días claros y en los días nublados; las islas, la orilla opuesta... Otras dos cosas me impresionaron también: la longitud del puerto y la diversidad de ambientes.


Gente reunida para ver la puesta de sol.
La pasarela es una obra de la Bienal de 2005
regalada a la ciudad.


La ciudad podría crear una nueva imagen de sí misma -y a gran escala, no a una escala menor. Para mí, el paseo en cuestión empezaría en la estación central de autobuses, e iría mucho más allá, hasta Vila Assunção, Tristeza e Ipanema. Esto incluye el Centro, la Usina do Gasômetro, el Museo Iberê Camargo y varios espacios y locales públicos para la práctica de deportes. Una gran extensión.


Usina do Gasômetro.

El centro de Porto Alegre es una zona de comercio, y la orla de la ciudad tiene un gran potencial para atraer a turistas y habitantes a bares, restaurantes y tiendas, o, simplemente, a disfrutar de un bonito paseo al lado de aguas bonitas.

Porto Alegre tiene la suerte de poseer esos almacenes históricos en el muelle de la Avenida Mauá. Esos bellos edificios pueden albergar restaurantes y tiendas, y espacios para actividades culturales y de ocio, y la zona a la orilla del río convertirse en el mejor lugar para pasear.


Almacenes del puerto. A la derecha, el muro de la Avenida Mauá.
(El río está al otro lado de los almacenes.)


Al sur del Centro, la orilla puede convertirse en una sucesión de paseos y parques igualmente atractivos. Sería maravilloso que los visitantes del Museo Iberê Camargo -uno de los edificios más bonitos en que he entrado en mi vida- pudieran añadir a la visita un paseo por el río.

El paseo debería ser continuo: lo ideal sería poder caminar o ir en bicicleta desde el Centro hasta Vila Assunção o más lejos, sin salir del paseo público. Eso llevará tiempo para ser realizado, pero vale la pena trabajar en ese sentido.


Parque Marinha, entre el Centro y la zona sur de la ciudad.
(Al fondo, a la izquierda, el estadio del Internacional, "O Beira-Rio".)


El Centro es, por muchos motivos, maravilloso. Me emocioné al caminar en dirección al Mercado Público. Me encantó la densidad y energía de esa zona de comercios. Los portoalegrenses tienen suerte de poder contar con eso. Pero el Centro no ha desarrollado todo su potencial. Obviamente, es menos elegante y próspero de lo que fue, y menos vital de lo que podría ser. Una fachada revitalizada puede ayudarlo a competir incluso con la zona de Moinhos de Vento en términos de restaurantes y cafeterías, tal vez hasta de tiendas. La experiencia de la mayoría de ciudades con fachada marítima revitalizada muestra que las zonas cercanas se vuelven gradualmente más atractivas. El mercado que gira en torno a convenciones y congresos, de tradición en Porto Alegre, sería el primero en notar la mejora.

No conozco la hidrología del río Guaíba, pero en principio no es buena idea que exista un muro entre el Centro y la fachada fluvial. Aunque el muro sea necesario, la gente de Porto Alegre debería hacer todo lo posible para volver el acceso de los peatones a la orilla más fácil.

Por otro lado, la Avenida Mauá es una arteria muy transitada, y el muro puede ser útil para aislar la nueva fachada del ruido del tráfico. Si el muro es necesario, hay que encontrar maneras de volverlo permeable y bonito.


Puesta de sol en el río Guaíba.

Una buena fachada fluvial devolvería al Centro su encanto. Una vez que los visitantes se sientan cómodos, se darán cuenta de que el Centro ya tiene algunos edificios históricos magníficos -teatros, museos, etc.- cerca de agradables plazas -en las que podría haber más y mejores cafeterías.


Bar flotante.

Recorriendo Porto Alegre, quedé asombrado por la enorme vitalidad de la ciudad y, en particular, su vida cultural. El Museo Iberê Camargo es uno de los edificios nuevos más bonitos del mundo, y la combinación del Festival de Teatro y la Bienal del Mercosur es realmente impresionante. Pero Porto Alegre no es conocida. La gente debería venir a Porto Alegre desde Europa y desde América del Norte. Un puerto revitalizado puede ayudar. Puede dar a la ciudad un espacio abierto, una gran sala de estar.


Museo Iberê Camargo, de Álvaro Siza (todavía no inaugurado).

El muelle ha de ser divertido. Las mejores fachadas urbanas son divertidas. Tiendas, restaurantes y cafeterías son importantes, y la atmósfera debe ser familiar. Las autoridades deben evitar una apariencia fría, con aire de centro financiero. Puerto Madero, en Buenos Aires, es un mal ejemplo. Es grande y caro, pero duro y frío. Y es muy difícil llegar a él desde el centro.

Wednesday, October 10, 2007

E só

Segundo exercício do curso de criação literária da Faculdade de Letras da PUCRS. (Conto falho, não sei se vou apresentá-lo.) Estrutura in media res expandida.


-E o que tu faz durante o dia?
-Tomo café e leio jornais.
-Tomas café e lês jornais?
-Ahã.
-E...?
-Só. Vou à internet, vejo os e-mails, escrevo um, dois. Depois saio de novo. Tomo um café, continuo a ler o jornal.

Gostava da cidade. Às vezes, sentia-se sozinho. Mas nunca havia preocupado-se muito com a solidão. Na verdade, costumava procurá-la. Se isso era o que realmente queria, ele não sabia. Em geral, achava que lhe fazia bem.

-Não vai ao cinema?
-Pouco. É que não tem filmes bons.
-Pois é né? Tem poucos. Mas há cinemas em que passam.
-Sim. Sei. Mas não é sempre. É raro poder ver um filme bom.

Gostava de ir ao cinema. Quando um filme muito esperado estreava, não demorava em ir. Quase sempre sozinho. Se era verdadeiramente bom, não gostava de falar na saída, desejava passear. Se era ruim, também não gostava de comentar e ouvir comentários.

-Tem muitos eventos culturais.
-Tem. Já passeei várias tardes pelos museus e os armazéns do cais. Tem muita coisa acontecendo na cidade. É.
-Teatro...
-Ao teatro não fui. Enfim, ultimamente não tenho ido.

Júlia gostava de ir ao teatro. Mas essa atividade requeria previsão, e ele não gostava de prever. Preferia passear à toa e, de repente, se queria, entrar num determinado lugar.

-Mais alguma coisa que tu faça?
-Não. Sim. Correr. Corro pela beira do rio. Quando tenho força. É quando escrevo melhor.
-...?
-É quando as idéias vêm. Eu tento retê-las. E só assim que consigo escrever. Esse conto o escrevi enquanto corria. Acabei-o no ônibus, escrevendo sobre a capa do jornal.