Sobre el Maragall

Uri: "T'escric per dir-te que et llegeixis el reportatge que publicava avui El País Semanal sobre el Maragall. El fa el Millàs i a mi m'ha flipat com retrata un crack com el Maragall. A veure què et sembla".

Què em sembla? Em sembla que Catalunya no seria tan petita i miserable si la resta de polítics catalans li haguessin arribat a l'alçada dels genolls.

(O escritor J. J. Millás quer falar com Pasqual Maragall sobre a doença de Alzheimer, que lhe foi diagnosticada há dois anos, mas Maragall é tão genial que ele não consegue - só consegue se apaixonar pelo homem, como tantos de nós nos apaixonamos.)

"Si decir de alguien que fue alcalde de su ciudad y presidente de su comunidad puede parecer mucho, en el caso de Pasqual Maragall no es nada. Habría que añadir que fue el alcalde de los Juegos Olímpicos de 1992 y el presidente del nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña. Los Juegos modificaron el rostro de Barcelona, quizá también sus huesos, además de colocarla en la lista de las ciudades más hermosas del mundo."

Eu gostei especialmente desta parte aqui, porque me diz respeito:

"Uno había ido a Barcelona a por el Alzheimer de Maragall y no estaba dispuesto a que se le escapara (de nuevo la maldita etiqueta). Pero por Dios, si el reportaje estaba ante mis ojos. Tantos años de oficio y aún no había aprendido que escribir consiste en ser capaz de ver lo que tienes delante de las narices (véase La carta robada, de Poe). Maragall llevaba con paciencia al reportero de mierda que les habla, hasta que en un momento dado se volvió a Socías, el fotógrafo, y dijo señalándome:

-Este hombre es muy nervioso, no se da cuenta de que para que se dé la circunstancia del conocimiento tiene que haber tranquilidad.

Yo me sonrojé, como pillado en falta. Entonces Maragall me miró con afecto, sonrió y dijo:

-¡Estos madrileños!"