Wednesday, August 27, 2008

Mis cuatro días en Rio, primera etapa del viaje a Brasil de Uri, Marc y Manu (Parte I)

Día 1, viernes. Llego a casa de mi amiga Isabel a las seis de la tarde, con la intención de charlar un rato antes de salir con ella a cenar, y acabamos charlando "por horas e horas e horas", hasta la una de la noche, sin salir, bebiendo cerveza y comiendo cacahuetes, jamón y pedacitos de pizza. No hace falta nada más. Vuelvo al albergue (Copa Hostel, un HI, Copacabana) feliz.

Día 2, sábado. Desayuno en la cafetería Cafeína, en Copacabana, y cojo el metro hasta Cinelândia para ir a ver la exposición sobre Machado de Assis en la Academia Brasileira de Letras. Cerrada. P*** que pariu. No me fijé en los horarios, que estaban en el periódico del viernes que me dio Isabel. Frente a la ABL hay un restaurante llamado Bon Profit. Me acerco para ver la carta, pero no hay nada parecido a algún plato catalán. Ni pa amb tomaquet, ni crema catalana, ni nada. Vuelvo al albergue, cojo la lista de libros que tengo que leer en el segundo semestre, y voy en autobús hasta Ipanema. En la Livraria da Travessa encuentro dos de los libros. Tampoco hubiera podido comprar más: me he dejado la Visa en el albergue (esto de dejarme la Visa tendrá continuación).

Por la tarde, me encuentro con Isabel y con Carol en la cafetería Colombo del Fuerte de Copacabana. Carol está tan linda y tan simpática y tan divertida como la última vez que la vi, hace casi dos años. Tomamos tres cafés (oba!), una caipirinha y una agua por cabeza, y charlamos y reímos hasta que oscurece. Nos lo pasamos tan bien que llego tarde al albergue: Uri, Marc y Manu ya han llegado... y ya se han ido!


Isabel y yo, en el Fuerte de Copacabana (foto de Carol).
Hice una foto a Carol (em que você está linda!)
que Carol no me mandó (me mande!).

Carol me envió una foto! :)


Carol y yo, en el coche de Carol (foto de Isabel).

Un poco más tarde, aparecen en el albergue los tres fantásticos. No están cansados, o eso dicen: han dormido en el avión. Cogemos un taxi y nos vamos a Lapa.

Lapa ha cambiado un poco estos últimos años. Hay más bares, y más llenos. Ya no es una zona tan degradada: se puede pasear, no es necesario bajar del taxi justo delante del local al que se va. El taxi, de hecho, nos deja en un callejón oscuro, cerca de las escaleras de la ladeira de Santa Teresa. Entramos en un boteco (taberna) de los más originalmente sucios, donde ni siquiera hay mesas, sólo una barra con tres o cuatro personas bebiendo y hablando alto. Pedimos cervezas, y yo me como un platillo de carne asada con cebolla (ellos ya han cenado, en un restaurante de comida ao peso frente al albergue). Uri empieza a flipar (todos flipan, pero Uri especialmente): "Joder, no tenemos sitios tan auténticos para filmar en Barcelona. Joder, ya tengo todos los planos en la cabeza. De aquí saldría un cortometraje del copón".


Escada Selarón, que comunica Santa Teresa (arriba) con Lapa (abajo).
(Foto del álbum Picasa de "Ana", vecina de Santa Teresa.)
(Nosotros fuimos de noche y sin cámara.)

Estamos en Lapa para ir al concierto del Monobloco en el Circo Voador, pero todavía es pronto. Paseamos bajo los Arcos, buscamos un lugar menos cutre para beber unas caipirinhas. La calle está llena de gente, y el lugar donde nos sentamos también. Gente dentro, gente en el primer piso, gente en las mesas de la acera. Gente guapa. Los chicos (yo también) continúan flipando, ahora al ver que no hay ninguna chica que no sea muy guapa. Y que, a diferencia de Barcelona, aquí hay más chicas que chicos. "Y nos están mirando, tío!". "Joder, joder, joder!". Lapa está (Isabel y Carol me lo confirman), como se dice en portugués, bombando.

A partir de aquí, las chicas serán la atracción permanente. Culos, piernas, pechos a derecha e izquierda y arriba y abajo. Entramos en el Circo Voador, el más mítico de los espacios para conciertos de Rio de Janeiro, una enorme carpa semicircular justo debajo de los Arcos. Y empiezan a tocar los teloneros, percusionistas de la vieja guardia, treinta o cuarenta músicos de entre 60 y 80 años que tocan como veinteañeros: A Bateria do Mestre André.* (Tanto esta banda como Monobloco son grupos famosos porque desfilan por las calles durante el Carnaval.)


Lo bueno de los conciertos, en la era digital, es que no hace falta grabar nada, siempre hay alguien que lo hace por ti (y a veces hasta te ves en el vídeo). Éste es un vídeo de un tal krolzitchac 3.

Bailamos más con Mestre André y compañía que con el Monobloco. La percusión de Monobloco era más hard, más de pegar saltos, y la pista se llenó demasiado, y ya estábamos todos sudados, y nos quedamos sin espacio vital. Y los fantásticos estaban maravillados, flipados,... pero empezaban a sentir el cansancio.

Estaban tan cansados que Manu se tiró a la cama nada más llegar al albergue (creo que vestido); Uri vio un ratito la final de voley masculino (Brasil - Estados Unidos), pero pronto se retiró; Marc estuvo conmigo más tiempo, en un enorme diván, pero sólo yo veía el partido: él se giró de lado y se durmió en el acto. Y sólo quedaba yo cuando empezó la final de baloncesto. Luego, a mediados del segundo cuarto, un tío apareció y se sentó a mi lado. Era español, claro, pero tampoco se quedó mucho rato. Menos mal, porque empezó a preguntarme de dónde éramos, y qué hacíamos, y por qué Nadal no ganó nada en dobles. Y yo qué sé, tío, no me jodas, que estoy vibrando, que estoy emocionado, que Rudy y Ricky están jugando contra los yanquis! Déjame! (Ya sé que mi actitud va contra las normas del buen alberguista, pero coño, es la p*** final!!!!)

(Aquí vendría el vídeo del vuelo de Rudy, con mate y tiro libre adicional; o el del triple del mismo Rudy que nos puso a dos puntos en el último cuarto e hizo que a los americanos se les encogieran las p******; pero deben de ser imágenes protegidas por las TV. Además: a quien no se quedó despierto hasta las cinco para ver uno de los mejores partidos de baloncesto de la historia, que se la p**** un p****.)


PS: Uri aprovechó para opinar sobre algunos países, posando frente a algunas de las puertas del albergue:




*Isabel escreveu: A Bateria do Mestre André deve ser um grupo de remanescentes da bateria da Escola de Samba Mocidade Independente de Padre Miguel (Padre Miguel é um bairro do subúrbio do Rio), do tempo em que era comandada pelo mítico mestre André. O samba que eu tentei cantar para vocês dizia assim:

Lá vem a bateria da Mocidade Independente,
Não existe mais quente, não existe mais quente.
É o festival do povo, a alegria da cidade.
Salve a mocidade, salve a mocidade!

Mestre André sempre diz, todo dia:
'Ninguém segura a nossa bateria'.
Padre Miguel é a capital da escola de samba
que bate melhor no carnaval!


(Continuará.)

5 comments:

Maria Fabriani said...

Que bacana! Minha cidade! Ah, que saudade! :)

Anonymous said...

Que guay las puertas!!!
Y la chulidad máxima la interpretación de Uri!! Quizá el podría aventurarse como Hitchcock o Tarantino en el otro lado de la cámera!
ahn,voy hacer que no entendí eso de la bandera argentina... tsc tsc tsc

Roger said...

Tinha uma porta da Suécia também, Maria, e fiz a foto pensando em você. Não postei porque é só a porta, sem meu irmão. Tem gente com saudade do Rio aqui em Porto Alegre. Imagine você, então...

Sí, la interpretación es muy chula. En realidad, maritrini, el Uri es una forma de "chulidad" ["chulidad" entre comillas porque es un invento de maritrini; argentinos siempre inventando palabras, tsc, tsc].

Anonymous said...

Guimarães Rosa --> neologismo --> genio

maritrini --> neologismo --> inventora de palabras (dicho con conotación negativa)

tsc, tsc, tsc

Roger said...

tsc, tsc, tsc qué nada!

"La chulidad" también es genial.

Adoro "la chulidad"!

:)